Invisible

Sé que generalmente, mucha gente opina de sí misma que en ocasiones es invisible. Yo nunca lo hice, pero los hechos me han llevado a pensar, no solo que soy alguien invisible en ciertas ocasiones, si no también en que soy alguien perfectamente olvidable y efímero para la gente que conozco de nuevas.

Todo esto, viene a raíz de la educación primaria. Desde bien pequeño lo achaqué a una situación del Bullying dirigida por el chico popular de la clase, pero conforme pasó el tiempo vi que era algo muy distinto a todo eso. Pese a que en mi niñez y adolescencia era alguien dado a los deportes (Y no se me daban nada mal), siempre era el último en ser elegido, no solo eso, muchas veces no me elegían por que nadie miraba ahí donde estaba hasta que alzaba la voz.

Sí, obviamente no es un superpoder, nunca lo consideré así y no se puede considerar de tal forma. Valorarlo más como un mal, una maldición sería más correcto. En mi paso por la primaria fui el chico sin amigos, solitario hasta que (y dándole gracias a diario), mi primo un curso menor que yo, me salvó de la soledad. Él trataba de hacer que sus amigos me aceptaran y pese a que yo nunca he sido un chico introvertido o reservado, pues siempre me han descrito como extrovertido y una persona divertida, nunca desperté el interés de nadie.

La educación secundaria obligatoria fue muy diferente, dos personas consiguieron conocerme. La primera de ellas fue Simón, un chico con muchos problemas que sufría de Bullying desde su niñez y maltratos en casa. Él se lanzó desde el balcón de su casa quedando herido de forma permanente de cadera y piernas, así que desapareció a mitad del curso.  El segundo es mi mejor amigo. Ya hablaré más en profundidad de él, pues tengo tantas cosas buenas que aportar sobre él y tantos elogios y halagos que se convertiría en el protagonista de este pequeño relato. La cuestión es que tan solo ellos dos vieron a través de aquello que me hace invisible al resto.

ya en mi adultez lo he notado también. Caminar por la calle y que la gente no se percate de mí hasta que paso por su lado asustándose. Gente que se cruza en mi camino, mirando atrás y comprobando si hay alguien para cambiar de camino, sobresaltándose cuando les adelanto. Incluso en mi trabajo, siendo el único trabajador del local en sala, muchas veces la gente no me ve detrás de la barra. Sé que para muchos, esto únicamente suena a pataleta de niño pequeño, otros no lo considerarán tan grave o tan importante como para dedicarle un relato. Así que, aportaré algunos ejemplos más de hasta donde puede llegar el hecho de considerarme como una persona invisible y fácilmente olvidable.

Hoy en día, donde la tecnología y las redes sociales son el pináculo de la socialización, mi condición y mi propia percepción del "yo" sigue estando a la orden del día, como cuando no era tan común usar una red social para conocer a los demás.  Por mucho que trato de socializar con la gente,  poco a poco caigo en el olvido, pese a que nada cambia en mi forma de actuar. Mis posts no surgen en ninguna Timeline y si lo hacen simplemente se obvian por alguna razón. Y poco a poco, uno se siente más invisible, menos relevante, más solitario. También he probado con algunas aplicaciones "para ligar". Pero nunca me han hecho match. Comprendo el hecho de que mi cuerpo hoy en día resulte poco atractivo debido a que estoy ligeramente por encima del peso en relación a mi altura. Pero no soy horrendo físicamente, mis gustos son bastante normales, mis pretensiones en el amor bastante románticas y mi personalidad (en mi opinión mi punto fuerte) de chico extrovertido, amable y simpático, y aún así... ¿A nadie le planté la semilla del interés? Obviamente me dí por vencido.

Así que sí. Afirmo y refuto que soy invisible, aunque no para todo el mundo, por que existen personas  que han podido ver un poco más allá y aún así, las puedo contar con los dedos de las manos:
Mamá y Papá, mi hermana, mi primo, David y Simón gracias por todo.