𝐓𝐄𝐀𝐂𝐇𝐄𝐑'𝐒 𝐏𝐄𝐓

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Tocaba nuevamente cálculo, la segunda clase de la semana, pero hoy tenía más nervios que antes; le había preparado unas galletas para la profesora Bae. Lo pensé mucho antes de hacerlo porque no quería ser de esos alumnos que son buenos con sus profesores para ganar nota. Aunque no me vendría mal unos puntos extras en el examen final. Nunca había hecho esto con ningún profesor, estaba nerviosa y ella me ponía los nervios de punta, era muy autoritaria y fría, tenía miedo de que reaccione de mala forma. 

Estaba en el estacionamiento donde me la había cruzado por primera vez, sostenía la pequeña caja entre mis manos, mi mochila estaba en mi espalda y ese día evité usar falda porque mis rodillas no se habían recuperado del todo, todavía ardía un poco cuando me bañaba. Cuando volví a la realidad, vi su camioneta negra ingresar, tomando el primer lugar libre. Dudé mucho en acercarme, mi cara ya empezaba a cosquillear de la vergüenza. 

Escuché la alarma y ella salió entre su coche y el que estaba al lado suyo, rápidamente su mirada encontró la mía y sus cejas se elevaron en una sonrisa, sosteniendo su bolso en un brazo.

ㅡ ¿Estabas buscando que esta vez te choque? Mira, si quieres vuelvo al coche y-

ㅡ Le traje galletas. Gracias por no chocarme y ayudarme con mis rodillas. ㅡ Le extendí la caja sin mirarla, pero noté que ella no la tomaba, estaba sorprendida, inmóvil en su lugar. ㅡ Hice algunas de limón, otras de chocolate y otras de almendras y chocolate, no sabía cuál era su favorita.

ㅡ Gracias. ㅡ Tomó la caja y me sonrió, nuestras manos se tocaron levemente, supongo que fue a propósito porque su sonrisa demostraba que lo fue y por mí parte estaba muy sonrojada por el leve toque. ㅡ No tienen veneno, ¿verdad?

ㅡ No, para nada, no dude de mí, por favor. ㅡ Pasé las manos por mi suéter y ella soltó una risa, viendo el interior de la caja. ㅡ Las hice yo. Si quiere puedo comerme una para probarle que no le he puesto nada raro.

ㅡ Se ven deliciosas. ㅡ Dijo mirándome de arriba a abajo mientras mordía levemente su labio inferior. ㅡ Hoy no llevas falda. Supongo que tus rodillas no se han recuperado del todo.

Negué y sentí vergüenza por la forma en la que su mirada me recorría, luego la sentí caminar hasta mi lado, quedando a centímetros de mí, una pequeña risa nasal salió de ella.

ㅡ Una verdadera lástima. Se te veía muy bien. ㅡ Susurró en mi oído, dejándome tiesa en ese estacionamiento. Tuve que mantener mi respiración para no desmayarme allí mismo. Cuando volteé ella ya estaba ingresando al edificio con esa característica caminata suya donde sus caderas se balanceaban de un lado al otro.

ㅡ ¿Qué acaba de ocurrir? ㅡ Dije para mí misma, saliendo de mis pensamientos gracias a que alguien me tocó bocina, dí un pequeño salto en mi lugar. Levanté mi mano hacia el conductor. ㅡ ¡Lo siento! ¡Fue mi culpa!

Seguía nerviosa, esa mujer aceleraba mi corazón con tan sólo un mísero acto de presencia. Me sentía débil y muy pequeña a su lado a pesar de que creía ser más alta, nada más que sus tacones le daban unos centímetros extras. Era intimidante, esa mirada de desprecio, expresiones frías y sin emoción, por favor, un escalofrío recorría mi columna vertebral al verla.

ㅡ Hey, te presento a JongIn, se inscribió tarde a la clase. ㅡ SeHun me sacó de mis pensamientos y saludé a los dos chicos que estaban junto a él. ㅡ ¿Estás bien? Estás pálida.

ㅡ ¿Gustas un café o algo? ㅡ Preguntó el otro chico, ambos muy preocupados.

ㅡ ¿Qué? Sí, digo no. Se me habrá bajado la presión o algo. No se preocupen, estoy bien. ㅡ Me excusé y fui directo al aula, ellos se quedaron hablando allí afuera mientras yo fui directo a mi asiento.