𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐁𝐞𝐧𝐞𝐟𝐢𝐭𝐬~ 𝐉𝐏

˗ˋ 𝟏𝟏

El día siguiente fue el peor desde que los Merodeadores entraron en su séptimo año. La luna llena de la noche anterior los había agotado a los cuatro, con James y Remus todavía en la enfermería, Sirius postrado en cama y Peter siendo el último hombre (rata) en pie.

Siendo el único capaz de asistir a clases, Peter también era el tomador de notas designado, lo cual es un poco problemático ya que durante la clase, puedes encontrar al niño pequeño quedándose dormido o comiendo detrás de su libro de texto. La única solución lógica que se le ocurrió es pedir ayuda a alguien. ¿Quién mejor que la propia premio anual?

"¿Qué pasa con tus amigos y faltar juntos a clases al menos una vez al mes? Pensé que era sólo cosa de Remus", le había respondido Milla cuando le pidió ayuda.

El pobre chico tropezó con sus palabras con cara de pánico antes de finalmente decir: "James y Rem están en la enfermería y Sirius no puede levantarse de la cama..."

Los ojos de la directora se abrieron al menos el doble de su tamaño. "¿Qué?"

Se rascó detrás de las orejas mientras se movía sobre sus pies. "La broma salió mal, eso es todo."

Milla sacudió la cabeza antes de pasar junto a Peter, murmurando en voz baja. "De todos modos ya estoy tomando notas para Lupin."

Esa tarde, con los brazos llenos de pergaminos y sintiéndose un poco tonta, Milla Rosamund se encontró fuera de la enfermería.

Honestamente, ¿qué me pasa? Ella puso los ojos en blanco para sus adentros.

"Ni siquiera debería importarme", sisea antes de empujar las puertas con su cuerpo. Y como si Merlín estuviera jugando con ella, los rollos de pergamino que tenía en los brazos cayeron justo cuando entró.

"¡Mierda!" resopló, antes de arrodillarse en el suelo para recoger las malditas cosas. "En serio, ni siquiera debería estar aquí. Podría haberles dado las notas mañana".

Continuó maldiciéndose mientras recogía sus cosas, y solo se detuvo cuando una sombra atenuó la luz frente a ella.

"¿Rosamund?" Sirius estaba frente a ella con heridas desagradables en todo el rostro. "¿Qué estás haciendo... oh?" De repente él le sonrió.

Ella puso los ojos en blanco y se levantó. "Sé lo que estás pensando y estás equivocado", se quitó el polvo de la falda. "Peter me envió a darles notas a Remus y James."

"Claro", le sonrió el chico de pelo largo.

"¿Sabes qué? Como ya estás aquí, puedes dárselos a Jam... eh, a ellos. Dáselos".

"De hecho, ahora voy a encontrarme con Peter. Así que tú haz lo tuyo", señaló hacia la puerta. "Estoy fuera,"

Resoplando una vez más, escaneó sus ojos hasta que encontró un enorme globo rojo y dorado en el otro extremo de la enfermería que decía '¡que se recupere, capitán!'.

Por supuesto. Señor Popular.

Caminó hacia su cama y vio la de Remus justo al lado de la suya. Los dos dormían pacíficamente a pesar de que el brazo izquierdo de James estaba enyesado y Remus parecía haber visto días mejores.

Los ojos de James se abrieron ante el sonido de sus zapatos de tacón, entrecerrando los ojos ante la repentina luz. "¿Milla?"

Se detiene por un segundo, contemplando antes de ir a la cama de Remus cuando ve al chico despertarse. "Hola Rem"

"Qué carajo", oye murmurar a James mientras pasa junto a su cama, lo que hace que Milla se muerda los labios para evitar reírse a carcajadas, mientras le tiembla el hombro.

"Tomé notas para ti, tal como hablamos ayer", sonríe, colocando rollos de pergamino separados en su mesa auxiliar. "Separé las notas por tema para que fuera más fácil para ti".

"Gracias, Rosamund", Remus intenta sonreírle pero se estremece. "Eres un salvavidas"

Podía escuchar a James resoplar detrás de ella, haciéndola sonreír y guiñarle un ojo a Remus, quien pone los ojos en blanco.

"Ni siquiera me echó un vistazo..." James estaba en medio de un ataque de lástima cuando Milla finalmente lo enfrentó.

"¿Qué hiciste esta vez, Potter?"

Él se quedó boquiabierto (como siempre parece hacer). "¿Por qué siempre asumes que fui yo quien hizo algo?"

Ella levantó una ceja. "Bueno, tú eres el que tiene el yeso, ¿no?"

"Cállate", refunfuñó antes de cubrirse la cara con la manta con la mano derecha.

"Deja de ser una reina del drama, Prongs, ese es el trabajo de Sirius", dice Remus antes de darles la espalda.

James se quedó quieto debajo de su manta, haciendo que Milla pusiera los ojos en blanco. "Bien, sé así. Supongo que le daré a Sirius las notas que tomé por ti".

Lentamente, asomó los ojos desde la manta en la que se escondía. "¿Están codificados por colores?"

Ella se burló antes de arrojar los pergaminos a sus pies. James se rió a carcajadas. "Vete a la mierda, Potter."

Milla se acomodó al lado de su brazo bueno antes de darle un golpe en la frente.

"¡Ay!"

"Ni siquiera debería estar aquí", le dijo, acurrucándose más cerca de su cuerpo.

¿Qué? Hace frío y necesito calor corporal.

"Sigue diciéndote eso, Rosamund." él tira de un mechón de su cabello. "O puedes admitir que estás aquí porque has estado pensando en mi propuesta".

No pudo encontrar las palabras para negar que, de hecho, había estado pensando en la estúpida idea que se le ocurrió a James. Entonces, en lugar de eso, murmuró un "lo que sea" y presionó su cuerpo contra él más cerca.

"Sabes, creo que tienes una oportunidad con Lily Evans después de todo", señaló de repente Milla, su aliento abanicándose contra el cuello de James.

Tarareó antes de suspirar profundamente y mirar al techo. "¿Qué te hace decir eso?"

"Acabo de notar,"

Él sonríe levemente antes de girarse para mirarla. "Espero que estes bien,"

"Lo sé", se rió entre dientes. "Y si tengo razón, no sería muy bueno que ella se enterara de lo que estamos haciendo".

Su mano se desliza alrededor de su cintura y aprieta sus caderas, haciendo que Milla grite y le dé una palmada en el pecho. "Esa es la cuestión; ella no se enterará".

"A veces eres tan estúpido, James Pott—"

"Sólo bésame ya, Rosamund", la interrumpe, acercándola imposiblemente, haciendo un puchero. "Para mejorar todos mis abucheos"

Ella se ríe a carcajadas. "¿Boo boo's? ¿De dónde vino eso?"

"Algún programa de televisión muggle. ¿Y?"

"Bueno, debería ayudarte a curar tus abucheos, ¿no?"

Ella no le deja responder. Ella simplemente lo besa tontamente.