CAPITULO IV: SAKURA HARUNO

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Vamos corriendo a la aldea de las flores, veo como el atardecer llegó demasiado rápido, si seguimos a este paso, llegaremos como a media noche a la aldea. Es probable que acampamos por alrededor de la aldea y que mañana demos entrada al pueblo en busca de hospedaje. Naruto sigue molesto por la unión de Sai a nuestro equipo y, por lo tanto, no ha dicho ni una sola palabra en todo el camino.
Nuestro maestro Kakashi ha estado pensativo, probablemente esté preocupado por la reacción que vaya a tener Sasuke al reencontrarnos. Mi corazón empieza a latir muy rápido.
Después de varias horas comenzamos a adentrarnos a un bosque, localizamos un río y agarramos una distancia considerable para montar el campamento. Sai comienza a recoger leña para hacer una fogata y Kakashi con Naruto empiezan a montar las carpas. Yo me siento una inútil por no hacer nada, así que también comienzo a recoger leña para ayudar a Sai.
-Lamento haberte golpeado tan fuerte.- le digo mientras apiló la leña junto a la que él recogió.
-La verdad no sé mucho de emociones y sentimientos, me entrenaron para asesinar, así que crecí solo. No tengo familia y tampoco tengo amigos.- Me responde él de manera seca.
-Si tú me lo permites, podemos intentar ser amigos. Has visto como me pongo cuando hablan mal de mis amigos. Si nos da la oportunidad, también podemos llegar a ser tu familia.- Le digo con el corazón encogido.
Sai me mira y me regala una sonrisa tenebrosa. -Eso realmente me gustaría- me responde al fin.
-Debes trabajar en tu sonrisa.- Le respondo soltando una pequeña risa.
Naruto nos observa con el ceño fruncido, pero sin decir nada.
Cuando el maestro Kakashi y Naruto terminan de armar las carpas, se acercan a sentarse alrededor de la fogata, junto a nosotros que estamos tratando de entrar en calor. Aunque ya es primavera, por ratos suele pasar una brisa gélida.
-¿Por qué solo hay 3 carpas?- Pregunta sai, rompiendo el silencio.
-Porque Sakura dormirá conmigo- Responde Naruto sin titubear.
-¿Pero qué dices?- Le cuestionó.
-Oh, vaya, no sabía que ustedes eran pareja.- Dice Sai con un poco de curiosidad. -¿Desde cuándo están juntos?-
-Desde que tenemos 12 años.- Responde Naruto. -Ella me ama con locura y pronto nos casaremos.- Le sonríe a Sai de manera victoriosa.
Eso a mí me molesta tanto, porque odio que mienta de esa manera, así que me levanto y le acierto un pequeño golpe en la cabeza. -Ya deja de mentirle Naruto.- Sigo caminando y tomo un pequeño balde para recoger agua del río, para poder hervir y así tener agua para beber.
-Es porque Naruto olvidó su carpa y nos tocará compartir.- Responde el maestro Kakashi notando mi molestia con Naruto.
Me dirijo al río mientras voy observando los árboles en medio de la oscuridad mientras me pregunto por qué a Naruto le gusta jugar ese tipo de bromas. Siempre ha sido así, pero cuando estaba sasuke lo hacía más seguido; pensaba que lo hacía por competitividad, pero creo que me equivoqué, quizás hay otra razón. Llegando… me inclino hacia la orilla y lleno el pequeño balde de metal con agua del río, me giro para poder volver al campamento y entonces escucho el crujido de varias ramas y hojas secas. -¿Es esto un déjà vu?-  Son como pasos que se acercan, dejo caer el balde y me pongo en posición defensiva. Me giro de donde proviene el sonido y observo una sombra al otro extremo del río... Es un hombre alto, piel blanca, cabello negro y esos ojos... -¿Sasuke?-
-¿Por qué siempre apareces cuando estoy mal?- Es lo único que sale de su boca.
-¿Sasuke? ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?- Pregunto atenta a sus acciones; sin embargo, él comienza a tratar de caminar sobre el agua en mi dirección, pero cuando está en medio pierde el conocimiento y cae río dentro.
Sin pensarlo dos veces salto al río y comienzo a correr sobre él controlando mi chakra, trato de llegar a Sasuke para poder sacarlo del río, pero cada vez que lo intento el río lo aleja más y más.
-Por favor Sasuke aguanta un poco, ya casi lo logro.-
Cuando comienzo a desesperarme por alcanzarlo, su cuerpo choca contra un árbol que está caído y la mitad de su tronco se encuentra en medio del río. Así consigo alcanzarlo y sacarlo del río.
Lo pongo boca arriba y comienzo a examinarlo, su respiración está agitada, aparentemente no tiene dificultad para respirar, pero su frecuencia cardíaca es demasiado baja, también tiene algunas contusiones debido al choque contra el tronco y tiene una pequeña perforación en el abdomen lado superior izquierdo como si hubiera sido inyectado con algo. Trato de examinar su chakra y este está estable, busco señales de envenenamiento, pero no encuentro nada.
-Será mejor que busque una cueva para que podamos pasar la noche y armar una fogata para entrar en calor o podría morir por hipotermia.- Me levanto del suelo y trato de cargarlo estilo mono, pero es demasiado pesado, así que me toca usar un poco de mi chakra.
Camino unos 10 minutos hasta encontrar una pequeña cueva, reviso que no esté habitada por animales salvajes y una vez confirmo que no es así, me dispongo a entrar y a dejar acostado a Sasuke.
Salgo en busca de leña y vuelvo lo más rápido para encender una fogata. Me siento un momento alrededor de esta y después de un rato me quedo dormida, cuando despierto al parecer apenas está saliendo el sol.
Me levanto y salgo de la cueva, estiro mi cuerpo y me dispongo a hacer mi aseo personal con lo poco que tengo a la mano, ya que mi mochila quedó en el campamento.Vuelvo a entrar a la cueva y me acerco al cuerpo de Sasuke, este ya está seco debido a la fogata y a su calor corporal. Examino su chakra y veo que sigue estable.
-¿Cuándo fué que creciste tanto?! ¡Te extrañé tanto!- Un par lágrimas se asoma en mis ojos con intenciones de escarpar de estos. Mi mano derecha viaja a su mejilla y cuando lo intento acariciar, sasuke abre los ojos y con su mano izquierda detiene mi mano, me mira revelando el Sharingan.
-¿Sasuka? ¿Eres tú?-
-Al fin despiertas. Caíste inconsciente en el río, te rescaté, antes de que te ahogues.-
-¿Dónde estamos?- me pregunta mirando a su alrededor y volviendo sus ojos a la normalidad.
-Es una cueva que encontré para que pasemos la noche.- Lo miro fijamente y poniéndome de pie.
-Pensé que te había soñado- Suelta de repente.
Lo miro con asombro, eso no es típico de él.
-¿Qué haces en la aldea de las flores?- se voltea y me mira fijamente como si pudiera leer mi mente.
-Vine en una misión, por plantas medicinales y de paso... A llevarte de vuelta a Konoha.- Le digo sin titubear.
-No volveré- Me dice mientras comienza a caminar a la salida, pasando por mi lado e ignorando mi presencia.
Mi cuerpo solo reacciona antes de que yo pueda pensar en algo, mis brazos se envuelven en su abdomen en un cálido abrazo y apoyando mi cabeza sobre su espalda ancha. -No te vayas- Le digo en un susurro como si de una súplica se tratará. -No me vuelvas a dejar sola.- Respiro tratando de controlar el llanto que está luchando por salir de mí.
-Por favor vuelve conmigo, ven a casa conmigo, prometo que te haré muy feliz. No volverás a estar solo nunca más. Porque yo... Ahora conozco lo que es la soledad.-
Él quita mis manos de su cintura y gira lentamente para mirarme, tiene esa mirada cargada de odio y al mismo tiempo de cariño, es como si entre ellas se mezclaran.
-No sabes lo que dices- Él reacciona demasiado rápido y me empuja con tanta fuerza hacia la pared, mi cuerpo choca golpeándose fuerte en el proceso. Él me arrincona e inmoviliza mis movimientos. -¿Cómo crees que me harás feliz?- Su nariz se acerca demasiado a mi cabello para olerlo, se acerca a mi mejilla y da un pequeño beso. -¿Sabes lo que eso significa?- Baja despacio y comienza a besar mis labios.
Le respondo el beso, pero luego comienzo a pensar, ¿Acaso estoy en un genjutsu?
-kai- Pero no despierto, esto es real.
Él aprisiona mi cuerpo más y puedo sentir el calor del momento y si no detengo esto... Ya no habrá marcha atrás.
-Espera Sasuke- le digo. Pero este sigue y me mueve rápidamente para acostarme al suelo, trato de oponer resistencia y tratar de esquivar sus movimientos, pero él es mucho más rápido y fuerte.
-Dijiste que me harías feliz ¿Acaso mentiste?- me dice en un susurro y continúa besando mi cuello, mientras comienza a quitar mi chaleco y blusa de un solo tirón, rompiéndola en el proceso.
-No, no mentí. Te haré feliz, pero esta es mi primera vez y no quiero que sea así, no aquí.- Le digo al borde del llanto.
-También es mi primera vez me dice.- Ya aflojando su cinturón y acostándose sobre mí, besa mis labios esta vez más apasionado.
Trato de poner mis manos sobre su pecho para empujarlo, pero no logro moverlo. En un movimiento rápido rompe mi falda short.
Se posiciona nuevamente sobre mí, ubicándose ya en mi entrada, y de un solo movimiento entra en mí.
-¡Auch! Sasuke detente por favor. Eso duele mucho.-
Él jadea, sin dejar de moverse, está absorto en el placer que solo él siente. Yo comienzo a luchar más profundo, a pesar de que soy fuerte, pero por alguna razón no utilizo mi fuerza sobre humana contra él.
En movimientos rápido, él termina corriéndose dentro de mí. Besa mi cuello y sube hasta mi boca. Se retira de mí y se acuesta a mi lado.
Yo comienzo a soltar unas pequeñas lágrimas, no pensé que mi primera vez fuera así, no pensé que dolería tanto.
Secos mis lágrimas y veo que Sasuke comienza a levantarse y acomodar su ropa.
Entonces yo también comienzo a hacer lo mismo, pero la mayor parte de mi ropa está rota, es obvio que fue un ataque. ¿Cómo podré explicarle esto al maestro Kakashi? Comienzo a pensar.
-Realmente eres una molestia sin solución.- sonríe volteando para mirarme a los ojos, sus ojos se vuelve rojos otra vez. -Debo ser más fuerte y esta es la única manera.- Dice mientras saca su espada y corre hacia mí atravesándola en mi abdomen, como en mi sueño. No me alcanza el tiempo para esquivar totalmente el golpe, y acierta mi lado izquierdo superior de mi abdomen. Comienzo a toser un poco de sangre Probablemente perforo el bazo y quizás rozo mi estómago porque puedo sentir tanto dolor.
-¿Por qué?- Giro mi rostro en dirección del suyo y puedo ver como su Sharingan se transforma.
-Ahora soy más fuerte.- Susurra mientras retira la espada de mí y camina a la salida de la cueva -Morirás en poco tiempo... Lo siento Sakura y gracias por todo.- Comienza a correr, probablemente se dirija a su escondite con Orochimaru.
Yo, sin embargo, comienzo a llorar y me entra una desesperación. -Soy tan tonta.-
Caigo de rodillas en la cueva y pongo ambas manos sobre la herida haciendo presión sobre ella, está sangrando mucho, si no recibo ayuda rápidamente moriré por shock hipovolémico.
Me pongo de pie y comienzo a caminar para salir de la cueva, trato de dejar de llorar y de controlar mi respiración para así también controlar la frecuencia cardíaca.
Llego cerca del río, pero aún estoy lejos del campamento, ya puedo comenzar a sentir el malestar de mi cuerpo, mareos y visión borrosa.
-¿Sakura?- Escucho la voz de Naruto gritando mi nombre, él está buscándome.
Yo respiro profundamente y por fin grito con todas las fuerzas que pude ahorrar para ese momento -¡Naruto! Por favor ayúdame.-
Se acabaron mis fuerzas y me dejo caer al suelo, al menos me queda el consuelo de que encontrarán mi cuerpo y no moriré sola.
Escucho sus pasos corriendo en mi dirección -¡Por Dios Sakura! No te duermas, por favor. Aguanta hasta la aldea de las flores.- puedo oír la desesperación en su voz.
-Lo siento Naruto, por todo.- Es lo último que puedo decirle.

PUNTO DE QUIEBREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora