Amor de fantasía: la culpa no fue tuya, es mía.

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La noche es pasajera y las palabras no bastan para descifrarte mis poemas.

Bailando entre la multitud, encuentro tu rostro a la lejanía: te acercas poco a poco, sin quitarme la mirada de encima. Tus ojos de incógnito, hacen que me pregunte si vale la pena desbordarme, aunque estoy consciente de que al final caeré en tus brazos. Meneas tu cuerpo al ritmo de la música, y yo; bailo a tu deleite implorando que me devores.

En un abrir y cerrar, tus dedos pendan de mis caderas. Siento mis piernas flagelar: creo que me derretiré antes de juguetear contigo debajo de las sábanas. Quiero consumarlo, beber del cáliz hasta la última gota y montarlo, llegar hasta el cielo; clavado al filo de la luna.

Cuando despiertes no te acordarás, pero yo te mantendré vivo, como la bestia cuidó de la rosa: sabía que más allá de la belleza, lo que importaba era sentir el fervor de ser amado, y tal vez, amar. Y volveremos a esta en el mismo lugar, viendo pasar las horas, los días e incluso, los años, sin poder tocarnos.

Espero que seas tímido. Me lastima saber que eres un maldito sueño que no pasará de eso. Esta noche vieja me carcome la pesadilla de ser un extraño en tu vida, ajeno a tus anhelos. Que mi amor nunca fue recíproco: para ti fue poca cosa.

¿Cómo creer que lo nuestro fue una mentira? Si te escribo cartas con el corazón en mano, derramando tinta que empieza a sacar chispa. No me creo tan iluso para enamorarme de alguien pasajero. Compartí el aire contigo por un tiempo. Acariciabas mi piel sin importar que tus amigos estuvieran cerca. Me buscabas como un loco así estuviésemos a centímetros cerca. Me aferro a la idea de que mi duda es producto de la ansiedad, nada más.

Si no llegas a casa con flores es porque trabajas. Si ignoraste mis mensajes, quizá no tenías señal. Si gracias a tu indiferencia me paso las noches en vela ¡a saber si me endulzaste con un hechizo incidental! Lo que sea, me ocuparé de justificarte ante mis amistades, porque sé que me amas de verdad.

Y si te pido que mañana vuelvas: ¿lo harás?

Te imploro no mates el recuerdo de las noches que pasé en tus brazos, acurrucado. De los días grises y vanos. Besos sin sol; rayos sin tus labios impregnados en los míos. Lo que vivimos, sea bueno o sea malo, se convertirá en cenizas si no me dices que me amas. ¡Mírame a la cara y dímelo! Gritadle a los hombres que eres mío hasta el final. Tócame sin pudor, mantenme al filo de un desliz así el día de mañana me convierta tu dolor de cabeza. Pero por favor, no seas un extraño más en este vago mundo, y me dejes acaecido en la locura, pues, siempre seré ajeno a que me ame alguien de verdad. 

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⏰ Última actualización: Jun 03 ⏰

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