Entonces al caer en la mala broma de cerebro al devorar una piedra, estómago no podía más, pensaba en hamburguesas, salchichas, helado...
Fue a su cuarto al lado del enorme tanque de ácido, cuanto ácido y sin nada de comida para llenarlo, miraba la ventana tendido en la cama, no había ingredientes para dar de comer a sus amigos. ¿Dónde habría nutrientes?
Solo pensaba en comer...bueno siempre piensa en comer. Pero esta vez sufría queriendo conseguir algo para llenarse.
Alguien abrió la puerta, era intestino, se sentó a su lado.
Este lo vió muy débil, Estómago babeaba mucho y veía la ventana del aquario de ácido inmovil.
- Estómago, creo que es mejor que estés con los otros...para que te distraigas
- NOo intestino - lloró estómago -tengo hambre y duele... no puedo más...quiero explotar...
- ya ya...estaremos bien
- NO, no estaremos bien...tengo hambre..mucha hambre...
comenzo a perder el comtrol...el intestino parecía toda una hilera de salchichas al ser tan largo
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El intestino trató de apartarlo, agarró sus muñecas evitando que Estómago le muerda. Si que se volvió loco.
- Estómago¡¡ BASTA
- Solo una mordidita...una mordidita....
El estómago babea, quería enserio morder su blando cuerpo, aunque el intestino era demasiado delgado, parecía un palo largo. Hubiera preferido comerse a los pulmones o al jugoso y tierno corazoncito. Pero los pulmones al ser muy grandes podrían defenderse muy bien y el corazoncito sería un delicioso postre. Y el intestino está frente a él.
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El estómago logró hacer que el intestino perdiera el equilibrio y cayeron al suelo con él encima . Como el estómago no tenía ningún control solo se quedó a morder la camisa como si se tratara de un filete.
