El amanecer bañaba la habitación de Checo Pérez con una luz tenue y dorada. Se despertó lentamente, su cuerpo quejándose con cada movimiento. Un dolor sordo pulsaba en su ojo y su mejilla, recordatorio del golpe que había recibido de Max la noche anterior.
Se levantó de la cama con esfuerzo, y se dirigió al baño. Al mirarse en el espejo, vio la hinchazón y el moretón que se había formado en su mejilla y tenía un pequeño moretón en el ojo. Suspiró profundamente, sintiendo una mezcla de rabia y resignación. No podía permitir que este incidente quedara sin resolver. Tenía que enfrentar a Max.
Después de una ducha rápida, se vistió con ropa cómoda para el vuelo. Su mente estaba en marcha, planeando lo que iba a decir y cómo abordaría la situación. Sabía que enfrentarse a Max nuevamente sería difícil, pero era algo que debía hacerse por el bien del equipo y de su propia carrera.
Checo tomó su maleta y salió de la habitación del hotel. En el vestíbulo, vio a algunos compañeros de equipo, pero evitó el contacto visual, aún no estaba listo para responder preguntas o recibir miradas de preocupación.
Un taxi lo llevó al aeropuerto, donde el bullicio de los viajeros y los anuncios de vuelos llenaban el ambiente. Checo se movía casi automáticamente, pasando por seguridad y encontrando su puerta de embarque. A medida que se acercaba la hora del vuelo, su mente volvía a la confrontación con Max y lo que vendría después.
Una vez a bordo del avión, se acomodó en su asiento y cerró los ojos, intentando descansar un poco antes de enfrentar lo inevitable. El vuelo a las oficinas de Red Bull en Milton Keynes no era largo, pero cada minuto le parecía eterno.
Al aterrizar, Checo recogió su maleta y se dirigió hacia la salida, donde un coche del equipo lo estaba esperando. El trayecto hasta las oficinas fue silencio y Finalmente, el coche llegó a la sede de Red Bull. Checo se bajó, ajustando su chaqueta y respirando profundamente. La modernidad del edificio contrastaba con la antigüedad de sus pensamientos y emociones, pero Checo sabía que tenía que ser fuerte.
Al entrar, fue recibido por el personal de recepción que lo guió hacia la oficina de Horner. Cada paso resonaba en su cabeza, aumentando la tensión con cada eco.
La puerta se abrió y Checo se encontró frente a Christian Horner y Helmut Marko, pero no estaban solos. Max también estaba allí, sentado con los brazos cruzados y una expresión seria en su rostro. La tensión en la sala era palpable.
Horner fue el primero en hablar, su tono grave.
"Checo, Max, necesitamos aclarar qué sucedió exactamente anoche. Este comportamiento es inaceptable y necesitamos resolverlo inmediatamente"
"Así que tú ya les dijiste?"checo giró su mirada hacia Max
"Tú crees que con esa cara horrible con moretones, nadie se daría cuenta?"dijo irónicamente y con una sonrisa en sus labios
Checo solo lo vioCheco tragó saliva, su corazón latiendo con fuerza. Miró a Max por un momento, luego volvió su atención a Horner y Marko.
"Fue en la fiesta de lando" empezó Checo, su voz firme a pesar del dolor"Las cosas se salieron de control y... Max me golpeó"
Max frunció el ceño "pero diles que fue lo que me mencionaste para que yo reaccionara de esa forma"
Los otros dos voltearon a ver a checo con intriga.
"Solamente porque se comportó grosero conmigo le dije que por eso kelly no lo quería"checo solo rodeo los ojos "y solo fue eso, el no tuvo que haber respondido con agresion""Checo, entiendo que Max es agresivo pero también tus palabras son fuertes y más para un compañero con el cual no tienes una buena relación"mencionó Christian
"Es inevitable que como compañeros se lleven bien, y hoy no será la excepción. Tendrán que grabar un video con contenido para la página"
"Yo no quiero grabar con alguien que cree que sabe más de mi vida que yo"Max cruzó los brazos en forma de resignación.

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Te Guardo
FanfictionMax detesta a checo. Checo detesta a Max. Pero en una noche todo eso cambiará....esa noche empezaría el pequeño secreto que compartirían para siempre, o no? • • • • • • • • • • • • Es la segunda historia que hago y la primera de la fórmula 1, perdon...