Recovery -LixJin

O6

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Llevaba rato sin sentirme tan bien, tan libre. La brisa fresca chocaba contra mi cara y lo tranquila que estaba la ciudad ese día.

—¿Lo disfrutas? —Pregunto el doctor detrás mío, ya que el manejaba la silla de ruedas.

—Se siente bien —Sonreí —¿Por qué no me habían sacado antes?

—No estabas listo —No conteste nada —¿A donde quieres ir? No hay tanto tiempo, así que algo que sea cerca de aquí —Paro la silla.

—¿No hay un lugar de helados cerca?

Félix lo pensó un rato —Hay un parque a unas cuadras, supongo que venderán helados ahí.

—¡Pues vamos! —Dije entusiasmado.

El doctor volvió a caminar, esta vez cambiando la dirección. Los dos permanecimos callados todo el camino, no fue incómodo pero tampoco me atrevería a decir que era agradable.

Cuando llegamos a el parque, en este pude divisar juegos para niños, una pista de patinaje y lo importante, tiendas de comida.

—Mira, ahí debería de haber una de helados —Señale a los puestos.

Nos dirigimos hacia las tiendas. Los niños y adultos al rededor nos miraban raro, no juzgando, pero si raro. El peli negro me dejo a un lado para poder pedir el helado no sin antes preguntarme qué sabor quería.

—Quiero de fresa.

—Vaya, como el color de tu cabello —Me sonrió y revolvió poco mi cabello.

Yo le devolví la sonrisa tímido, si que era lindo el doctor. Ya entiendo porque la enfermera estaba tan enamorada de él.

Después de un rato llego con dos helados, el de fresa que le pedí y uno de vainilla. Decidió sentarse en una pequeña banca que la acomodó a un lado mío.

—Toma —Extendió su mano para darme el helado, yo se lo recibí con gusto —Son 200 wones.

Lo mire incrédulo —No tengo dinero.

—Que mal, pues me los debes —Empezo a reír.

—No me dio risa —Lo mire indignado.

—Eso no pago la deuda.

Bueno, también tenía un sentido del humor extraño, pero se la dejo pasar, supongo.

—¿Y su hija? —Pregunté curioso, desde hace días no me cuenta nada de ella.

—Se quedó a dormir con su Madre, se enojara mucho conmigo cuando llegue a casa —Sonrió de lado mientras agachaba la cabeza.

—¿Por que?

—No le cae bien su mamá, dice que es una vieja pulgasa —No pude evitar reír ante el apodo —He tratado con todo mi ser hacer que se lleve bien con su mamá pero simplemente no puedo, y tampoco es como que ella ayude.

—que difícil debe de ser tratar con un niño que odie a su mamá ¿No?

—No la odia, simplemente ha tenido malas experiencias con ella —Se encogió de hombros.

—Me pregunto porque.

—No te preguntes mucho o vas a explotar —Soltó una carcajada.

—Mucho bully ¿No? —Me hice el ofendido, aún que ya me empezaba a gustar su personalidad juguetona.

—No debería de contarte, pero —Hizo un poco larga la última palabra —La mamá de Ryujin es... ¿Rarita? tal vez, no sabría describirla. Parece que anda siempre drogada. Ella a veces le trata de meter sus ideales radicales a la niña. Yo soy de creer que cada quien con lo que crea, pero al parecer Ryujin no piensa lo mismo —Suspiro.

—Vaya ¿Y Ryu le dice algo al respecto? —Pregunté.

—Mmh, no, solo cuando tiene que ir a la casa de su madre, pero es inevitable, esa fue la sentencia que dio el juez, y si no lo cumplo podré ir a la cárcel. Aún que su me pesa tener que obligarla a hacer algo que no le gusta.

—¿No se han peleado por eso?

—Muchas veces —Soltó una risa —De hecho una vez hizo una huelga con sus muñecas en contra mía porque le dije que tendría que ir con su mamá.

Los dos empezamos a reír al mismo tiempo por lo irónico que sonaba.

—Me gustaría conocerla —Sonreí sinceramente.

—Ella viene seguido a el hospital, a ver si algún día te la encuentras.

—Me gustará mucho, se ve que es una niña muy linda.

—Lo es.

Lee know como me duele no ser tu mujer.

Chavales ¿Ustedes sabían que esta historia al principio iba a ser un omegarverse? pero no se que me paso, tuve una crisis de identidad y lo terminé descartando JAJAAJ