Jimin es un omega que acaba de quedar huérfano a sus 18 años, luego de que sus padres fallecieran en un accidente de auto, tras verse ahogado en deudas y son saber recurre a vender su cuerpo ante alfas ricos para poder sostener su casa y su vida...
Jimin se encuentra aburrido en casa, las nubes aún permanecen opacando el cielo y no ha parado de llover desde temprano. El omega termina de decorar unas galletas de chocolate con los confites que le regalo Tae días atrás.
-Espero no dormir solo esta noche.
La puerta de entrada es abierta y tras más de una semana Taehyung finalmente aparece. El alfa entra con cara de pocos amigos, apestando todo con su fuerte aroma a eucalipto y tierra mojada.
-Jimin, ya estoy aquí.
El mencionado deja lo que está haciendo y corre a la sala, contento de tener nuevamente al mayor con él ya que estos días se ha sentido ansioso encerrado todo el día en la casa solo.
-Tae volviste...
-Te dije que lo haría, ¿saliste esta semana Jimin? Espero te hayas portado bien.
El mencionado asiente con la cabeza como si de un perro se tratará y sonríe.
-Claro que sí, no salí, solo cuando hice las compras hace 4 días y deje todo ordenado como me aconsejaste.
-Me parece bien, aun no termino algunas cosas, ¿me harías el favor de ir al súper? Debo hablar un tema importante.
El omega acepta y sale sin más, yendo a la vuelta de su hogar donde se encuentra el almacén de su barrio.
Escoge algunas latas para salsa y algo de carne y quesos, pensando en algo rico para cenar.
El joven Park se suma a la cola de la caja, esperando su turno para pagar y cerca suyo escucha la charla que dos doñas mantienen mientras esperan.
-¿Sabes que hay otro desaparecido más? Mi hijo me lo contó ya que, como sabes, trabaja en la policía, dice que tenga cuidado ya que es muy recurrente.
-¿De verdad? Esta gente mira, ya son más de tres los que van pasando en dos meses, espero y encuentren al culpable.
Sin más que escuchar, es llamado repetidas veces por el cajero, quien lo mira con algo de seriedad.
-Lo siento, con débito abonare.
El cajero sonríe cansado, pasando los productos del omega y cobrando el total. Jimin paga con la tarjeta de Tae y tras guardar todo en bolsas, decidí apresurar el paso a casa.
Al entrar escucha la voz de Taehyung al teléfono, notando el tono alto del molesto del alfa.
-Maldita sea, les dije que necesito la mercancía para dentro de tres días, es mucho dinero en juego.
Tae cuelga con bronca y al voltear se encuentra con Jimin, quien recién llega con las bolsas de compras, maldiciéndose mentalmente.
-Debo salir urgente para atender unas cosas del trabajo, ve cocinando.
El menor no dice nada, empezando a sacar los ingredientes de para cocinar mientras Taehyung toma las llaves de su auto, dirigiéndose a las afueras de la ciudad.
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Luego de manejar un par de kilómetros, el mayor se detiene y estaciona el auto en un lugar abandonado, apagando todo y subiendo unas escaleras que conducen hasta una vieja oficina.
-Señor Taehyung, has llegado.
-Dije que estaría y resolvería esto por mi cuenta, no dejan de ser unos incompetentes.
El rostro de Taehyung se ve muy molesto, clavando su mirada en dos de sus socios.
-Hay que ver, dije que esta mercancía era importante...
-Lo siento señor, ya lo resolvimos, tenemos al sujeto pero... Quedo un testigo y lo trajimos aquí.
-Nunca pueden hacer las cosas como se planearon, parece que tendré que intervenir otra vez
El mayor se dirige al cuarto de al lado donde le indican loa dos betas, encontrándose con un joven quien mira con miedo al mayor, amordazado y atado a una silla.
Taehyung sonríe con malicia, acercándose al joven omega atado y acariciando su delicado rostro.
-Así que este lindo omega vio cosas que no debía, sería una lástima tener que deshacernos de el...
Los dos betas cierran con llave la puerta, asegurándose de bajar las persianas y cualquier entrada de luz que pueda levantar sospechas. Taehyung lame el cuello del omega, provocando que tiemble de miedo.
-P...Por favor no me hagan daño...
La voz del omega sale entre sollozos y rápidamente un fuerte aroma a coco inunda el lugar.
-No dolerá mucho, intentaré ser civilizado.
El alfa se ríe y sin perder tiempo comienza a torturar al pequeño omega, escuchando los gritos de dolor y súplicas.
-¿No te enseñaron que la curiosidad mato al gato?
Los azotes no paran en ningún momento, impactando contra la pálida piel una y otra vez.
Luego de varios golpes y dejar al joven omega al borde de la muerte, el alfa se detiene y sonríe satisfecho, tocando la puerta con dos suaves golpes como acostumbra.
-Termina el trabajo, no dejes cabos sueltos esta vez o el próximo serás tu
El mayor se dirige a uno de sus socios encargados de la tarea que les pidió el jefe Min, quien asiente con nerviosismo y seriedad sin pronunciar una palabra.
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Taehyung sacude un poco y sus ropas y decide regresar a casa con Jimin. El camino de vuelta se le hace más rápido así que en cuestión de segundos se encuentra con el omega terminando de preparar todo.
-Llegas a tiempo Tae, ya está la comida.
-Iré a lavarme un poco.
Jimin se percata de las manchas de sangre en los nudillos del mayor pero prefiere no decir nada, llevando la comida a la mesa y sirviendo un poco de vino en dos copas.
Tras varios minutos Tae se une a él, sentándose frente suyo y empezando a disfrutar de la exquisita carne con papas.
-Cocinas bastante bien.
-Gracias, es lo menos que puedo hacer ya que no salgo mucho...
El mayor lo escucha con atención y por primera vez le genera curiosidad de quien es verdaderamente Park Jimin.
-Dime Jimin, ¿qué hacías antes del accidente? Eras de los tipos que vivían saliendo a escondidas de sus padres o solo un nerd.
El mencionado le parece extraño escuchar la pregunta proviniendo del alfa, quien hasta ahora jamás le había preguntado algo siquiera.
-No era de mucho salir, solo con unos amigos de secundaria que eran hermanos, hasta que se mudaron y luego solo pasaba tiempo aquí.
La charla se da normal como cualquier otra por primera vez desde que ambos se conocen, como si se olvidarán por el resto de la cena quienes eran actualmente.