Parte 2

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Luego de despedirse del Kakushi que lo había llevado hasta allí, se quitó la venda de los ojos y observó a su alrededor, había olvidado la belleza que irradiaba aquel lugar.

Camino hasta la casa donde se suponía estaba el jefe del lugar, luego de presentar sus respetos y obtener una posada en la cual alojarse, se adentró en el bosque en busca de aquel muñeco por el cual había llegado hasta allí.

Rápidamente recorrió gran parte del bosque, encontrando al muñeco en un lugar donde la iluminación del sol le daba directamente sin tener ningún árbol que lo cubra, en un pequeño círculo, observó a su alrededor sin ver a nadie que se suponía era el "guardián" de aquel muñeco.

Algo cruzó por su mente y tomó al muñeco de uno de sus brazos, lo alzó observando con detenimiento y lo dejó caer sin cuidado al suelo, sacó su espada apuntandole directamente, cuando repentinamente se escuchó el crujir de las ramas y pasos acelerados llegar hacia él.

Pronto, el individuo se dejó ver, estaba a una distancia considerable de Muichiro que no perdió tiempo en analizarlo silenciosamente. Era un joven de baja estatura, llevaba una máscara que cubría su rostro pero al observar sus manos y pies (ya que llevaba un pantalón que eran arriba del tobillo) pudo saber que era de tez clara, llevaba el cabello tado en una coleta baja, el cual era de un color negro muy hermoso aunque se podía observar algo despeinado, pero lo que más captó la atención de Muichiro, era su singular olor, ¿sándalo y manzanilla?

Muichiro no recordaba la ultima vez que se había sentido tan calmo y relajado, quería correr hacia el pequeño que emanaba aquel olor y no dejarlo ir, apresarlo entre sus brazos y sentir más su aroma.

—¿Quién eres?, ¿Y por qué trataste de dañar al muñeco?—Esa voz le hizo perderse más en si mismo, era suave y dulce, aunque se le notaba la molestia, no dejaba de ser sublime para él.

—¿Tu eres el guardián del muñeco?

—¿Qué si lo soy?, No estás contestando mi pregunta.

—Dame la llave, quiero entrenar con él —No era consciente de lo duras que estaban siendo sus palabras, solo quería provocar respuesta en el contrario, y lo estaba consiguiendo.

—Ea muñeco está en reparación, no puedes usarlo.

—Dije, Dame la llave.

—Y yo dije, No puedes usarlo—Eso provocó una chispa en el interior de Muichiro, observó atento al contrario, por alguna razón que le llevar la contraria y se negará a él lo hacía sentir algo, ¿Emocionado?

—No lo volveré a repetir—Se acercó peligrosamente sintiéndose deleitado por tener el aroma mas cerca de él y extendió la mano.

—Yo tampoco—Golpeo la mano que le extendió Tokito y mantuvo la pose desafiante a pesar de la cercanía. Tokito utilizo esto como excusa tomándolo del cuello de su ropa, alzándolo un poco pero aún mantenía sus pies en el suelo, fingió una mirada molesta y dirigió lentamente su nariz hacia el cuello del contrario, aún manteniendo algo de distancia para no ser tan obvio, cuando de pronto fue alejado del pequeño bruscamente.

Frente a él se encontraba un peliburdeos de ojos rojizos, con el entrecejo muy fruncido, tenía una mano sobre el hombro de más bajo y la otra aún estaba extendida, con esa lo había empujado.

—¿¡Qué crees que le haces a Kotetsu-kun!?—¿Kotetsu?, bonito nombre tanto como lo era el más bajo, no pudo evitar dirigir su mirada hacia la mano que estaba posada en en brazo de "Kotetsu", inconscientemente frunció en ceño.

—No te metas, niño, no tiene que ver contigo.—Soltó un gruñido amenazante, dándose cuenta al instante de esto, él jamás se había dejado llevar por sus instintos.

—Kotetsu-kun es mi amigo, tengo que velar por él, así que contesta, ¿Quién eres y por qué trataste a kotetsu-kun de esa manera? —Tembló un poco al oír el gruñido, cosa que fue notado por las otras dos personas, Muichiro trato de calmarse notando por fin que el aroma del peliburdeos estaba mezclado con otro, dirigió su vista al cuello de este y se podia ver no muy claramente, una marca de enlace, estaba siendo tapada con la ropa pero aún así la mitad de la marca se dejaba notar, se relajo al saber que era un Omega marcado y no tenia otras intenciones con kotetsu, ese pensamiento también lo dejó descolocado.

Soy Tokito Muichiro, el pilar de la niebla, vine aquí porque escuché sobre el muñeco que te ayuda a mejorar tus habilidades, quería probarlo, pero al ver tu negativa me disculpo por mí actitud anterior— Al notar que el pelirrojo no tenía intenciones de irse, no podía seguir fingiendo estar enojado para acercarse a él, decidió llevar todo en paz, por ahora se retiraría a tratar de descubrir que pasaba con el y su cuerpo.—Me retiro.

—¡Espere, Tokito-san!, Disculpe por haber empezado a hablarle de esa forma tan informal, no lo conocía y yo... realmente no quise ofenderlo—El más bajo mantenía la mirada en el suelo y su voz era algo temblorosa.

—No importa—Sin más se alejó del lugar, antes de irse escuchó un pequeño quejido lastimero, que lo hizo detenerse en seco, volteo la mirada y observó a "Kotetsu" con la mirada aún en el suelo, apretando sus puños fuertemente, en el piso se notaban algunas gotas como si fueran de agua y, el peliburdeos lo rodeó en un abrazo que el otro no negó, ¿Kotetsu, estaba...llorando?, Pudo oler algo de tristeza incluso a esa distancia, pero se dio la vuelta y continuó avanzando, aún cuando algo dentro de él se movía desesperado.
































⌇‧₊ La calma de mi alma ࿐࣭‧₊˚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora