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Cortas historias acerca de todos los personajes de Call of Duty
⌞ Ningún Oneshot me pertenece⌝
Lo único que hago es extraerlos de Tumblr y traerlos aquí completamente traducidos por mí.
Claramente con su respectivo crédito al autor origin...
Contenido: pérdida de virginidad, squirting, diferencia de tamaño, burlas, elogios, cunnilingus, digitación, masturbación con el coño, charla sucia, orgasmos múltiples, creampie
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𝑬𝑵𝑨𝑴𝑶𝑹𝑬𝑫
Soap había estado pensando en esto durante años. Ya había estado en puestos así antes, sin duda, con parejas anteriores.
Pero había algo en lo profundo de él que lo dejaba sin aliento por el hecho de que eras tú la que estaba sentada en su regazo, vestida muy cómoda con algo de ropa que habías dejado en su casa de la noche anterior que habías pasado con él.
Ustedes dos habían estado saliendo por algún tiempo, pero él había hecho todo lo posible para evitar estar en esta situación porque le preocupaba que terminara igual que con todos los demás.
Aunque Soap tenía 28 años, era encantador y tenía mucha suerte para conseguir citas, todavía era virgen. Era el pequeño hecho más vergonzoso sobre él. No fue por falta de intentos, por supuesto. De hecho, todos sus compañeros del TaskForce 141 estaban seguros de que se había acostado más veces de las que podía contar. Pero traer algo bonito a casa desde un bar siempre terminaba igual para él: ellas salían corriendo de su puerta con la ropa envuelta en los brazos en el momento en que sacaba su polla.
Así que decir que Soap estaba nervioso en ese momento era quedarse corto.
Eras tan cálida contra él, olías tan delicioso que hizo que su corazón palpitara en su pecho. Todo en ti era tan embriagador que estaba aterrorizado de que esto terminara de la misma manera que siempre había sucedido con otras parejas: contigo intimidándote y huyendo con el rabo metido entre las piernas.
Estaba tan enamorado de ti que pensaba que no sería capaz de soportarlo si lo abandonabas como todos los demás.
Lo sacaste de sus pensamientos cuando tomaste sus mejillas sin afeitar, atrayéndolo para darle un beso profundo. Sus manos se flexionaron contra tus caderas, acercándote aún más a su regazo. Se estaba volviendo cada vez más duro debajo de ti y rezó en silencio para que no lo sintieras.
Tus manos bajaron hasta su pecho, presionando tus palmas contra la firmeza allí mientras profundizabas el beso. Suspiraste dulcemente en su boca, sumergiendo tu lengua para saborearlo mientras él te devolvía el beso con entusiasmo. Sus manos tampoco estaban inactivas, pasando de apretar tus caderas a masajear tus muslos, desnudos desde tus pantalones cortos.
De repente, se apartó, mirando el hilo de saliva que conectaba sus labios antes de sonreír ante la forma en que jadeabas por un beso.
