III

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-Mención de aborto
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Venus despertó en una camilla de hospital, vio como a su costado estaba su esposo, con la cabeza recostada sobre la camilla y sentado en una silla mientras dormía.

No había pasado mucho tiempo desde lo que pasó, desde aquel resultado. Venus trató de hacer un pequeño recuento de lo que había pasado, le daba jaqueca de solo recordar aquella noticia. Sintió de pronto un leve movimiento para después ver como tierra se iba despertando de a poco. El peli azul habría los ojos perezosamente tratando de reconocer el espacio alrededor, enfocó su vista en Venus y lo miró fijamente unos segundos, aún entre dormido, hasta que volvió en sí y se acordó que estaban en ese lugar.

-¡Venus!- se levantó bruscamente casi tirando la silla al suelo- Por las estrellas, me tenías preocupado-acarició suavemente el pelo del contrario y tomo delicadamente su rostro entre su manos.- La doctora dijo que no era algo de que preocuparse y que estabas bien, pero aún así me metiste tremendo susto- Acogió al pelirrojo entre sus brazos pegándolo a su pecho.

Este solo se quedó en silencio mientras hundía su cabeza en el pecho del contrario, no tenía palabras, y aunque quisiera hablar no podía hacerlo.

-Tierra... Yo, la prueba de embarazo- decía con la voz un poco temblorosa y con sus ojos aguados nuevamente.

- Ah!, si, nosotros... Seremos papás- Dijo con una sonrisa en el rostro intentando ocultar su emoción, pero al notar como su marido tenía el ceño fruncido y algunas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos decidió preguntarle qué sucedía.- Venus,¿Te molesta eso?- Vió como el nombrado bajaba la mirada, eso solo confundió más al peliazul.- Amor, mírame, ¿Qué pasa?, sabes que si necesitas decir algo puedes hacerlo-

Tierra subió a la camilla y con cuidado de sentó al lado de su esposo, paso un brazo por los hombros de este e hizo que recostara su cabeza en su hombro. Venus tenía los ojos cristalizados, sentía que en cualquier momento se derramarían sus lágrimas; ocultó un poco su rostro en el pecho de Tierra y abrazó con cuidado su vientre. Tierra decidió esperar a que Venus se calmara un poco para hablar, no entendía bien el por qué estaba así, tan malo era para el estar embarazado?, o tal vez le tenía miedo a la paternidad?, pero fuera lo que fuera mantenía en duda la mente del peli azul.

- Sabes que si algo te preocupa o te da miedo me lo puedes decir, no estás solo en esto, me tienes a mí para apoyarte.- Agarró la mano del menor para acariciarla suavemente.- No quiero forzarte, cuando estés listo para hablar te escucharé.-

¿¡VENUS EMBARAZADO!? - SolarballsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora