• 𝘈 𝘚𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘓𝘰𝘷𝘦 • Hans

1. La pastelería

𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖 𝙃𝙖𝙣𝙨

Estaba caminando por las calles del pueblo algo desganado, pues mis amigos han estado muy ocupados y nos hemos distanciado un poco.

Pasaba nuevamente por unas tiendas de distintas cosas, algunas de libros, otras de comida y otras de artefactos, pero nada me llamaba la atención hasta que doble por una calle a la que no había entrado antes.

Al mismo instante que entre, un delicioso aroma dulce empezó a presentarse en mi nariz; debía ser de galletas recién horneadas, no tenía duda de ello. Empeze a seguir el aroma tratando de encontrar de donde venía pues mi estómago ya me empezaba a gruñir, hasta que logre visualizar una pequeña pastelería.

La pastelería tenía unas mesas afuera con algunas personas, y de adentro parecía estar con algunos clientes.
Decidí entrar y pedir algo, me forme en la fila de ahí mientras miraba el lugar con curiosidad, era un lugar más lindo de lo que había pensado, irradiaba paz y alegría; salí de mi ensoñación cuando una voz femenina llegó a mis oídos, estaba tan sumergido viendo el lugar que nisiquiera me di cuenta que ya era mi turno.

-- 𝘉𝘶𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘵𝘢𝘳𝘥𝘦𝘴, ¿𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢 𝘰𝘳𝘥𝘦𝘯𝘢𝘳?-- Me preguntó dulce y amablemente una sonriente chica pelirroja. Ella era una joven realmente hermosa.
Me había quedado absorto en esos bellos ojos tan azules cuan zafiros que no me di cuenta cuanto tiempo estaba observandola hasta que ella me saco de mi mente.

--¿𝘚𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘣𝘪𝘦𝘯?-- ¿𝘌𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰? --𝘕𝘰 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘩𝘢𝘣𝘦𝘳𝘭𝘰 𝘷𝘪𝘴𝘵𝘰 𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴.--

--𝘌𝘩, 𝘴𝘪, 𝘴𝘪 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘣𝘪𝘦𝘯, 𝘥𝘪𝘴𝘤𝘶𝘭𝘱𝘦. 𝘠 𝘴𝘪, 𝘴𝘰𝘺 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰, 𝘷𝘪𝘯𝘦 𝘢𝘲𝘶𝘪́ 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰 𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴 𝘺 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘥𝘪́ 𝘦𝘹𝘱𝘭𝘰𝘳𝘢𝘳 𝘭𝘰𝘴 𝘢𝘭𝘳𝘦𝘥𝘦𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴.
¿𝘈𝘤𝘢𝘴𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘵𝘦𝘭𝘦𝘳𝘪́𝘢 𝘦𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢?--
Le pregunté.

--𝘖𝘩, ¡𝘲𝘶𝘦 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘣𝘪𝘦𝘯! 𝘠𝘢 𝘮𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘦𝘴𝘱𝘢𝘯𝘵𝘢𝘥𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘯𝘰 𝘳𝘦𝘢𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘣𝘢-- dijo risueña --𝘺 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘰𝘳𝘮𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘵𝘦𝘭𝘦𝘳𝘪́𝘢 𝘱𝘶𝘦𝘴 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢, 𝘺𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘭𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰, 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘦𝘳𝘳𝘢𝘳𝘭𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘺 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘢𝘱𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘢𝘺𝘦𝘳 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘢 𝘢𝘣𝘳𝘪𝘳.-- terminó de decir sonrientemente al de menor estatura

--𝘗𝘦𝘳𝘥𝘰́𝘯𝘦𝘮𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘩𝘢𝘣𝘦𝘳𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘱𝘢𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰, 𝘯𝘰 𝘦𝘳𝘢 𝘮𝘪 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰́𝘯, 𝘦𝘴 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘰𝘴𝘰.-- dije apenado mintiendo un poco acerca de mi distracción --𝘠 𝘲𝘶𝘦 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘺𝘢𝘯 𝘱𝘰𝘥𝘪𝘥𝘰 𝘢𝘣𝘳𝘪𝘳 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰.-- Dije