extra 013 | futuro

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L U C A       
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diciembre 1, 2028
roma, italia

Viernes y me toca llevar a mis hermanos al colegio, mi mamá tiene cosas que hacer y mi papá no se va a levantar tan temprano, no desde que se retiró hace unos meses.

Llego a casa y en la puerta me esperan mis hermanos, Lia, con cinco, y Lucio, con tres, mi mamá me saluda y se va rápido mientras los dos mas chiquitos suben al auto y los ato en su silla porque estos dos son capaces de tirarse en medio de la calle.

–A ver, vos —miro a Lucio ajustandole el cinturón.

–Yo no —dice pataleando y parándose en su silla.

–Si, ¿Cómo no? —lo vuelvo a sentar y él grita—. Lucio... me voy a enojar.

–Quiero ir adelante.

–No podés ir adelante, tu lugar es este... sentate.

–No durmió suficiente —Lia mira a nuestro hermanito riendo.

Termino de sentar a los dos y voy a dejar sus mochilas en el baúl. Recién vamos cinco minutos y ya me cansé.

–Chini, Lulo se sacó las zapatillas —dice Lia cuando estoy a un segundo de comenzar a manejar.

Doy media vuelta y veo a mi hermano descalzo mirándome directamente a los ojos. Lo increíblemente igual que es a mi mamá, sus ojos marrones, su pelo oscuro, su mirada y cuando sonríe... después estamos Lia y yo que somos el calco de mi papá pero mejorados al cien.

–Sos caprichoso hermano eh —digo buscando sus zapatillas y poniendolas en el asiento del copiloto—. No entendés dos palabras.

–Quiero a mami.

–Mamá tiene su vida, no llores maricon —lo miro por el retrovisor como pone cara triste. Que se la banque el mamero.

Comienzo a manejar y de repente me dan ganas de no llevarlos al colegio para desayunar juntos y estar toda la mañana los tres juntos... soy el hermano mayor que yo hubiese querido tener.

–Chini, ¿Entraron al cole? —dice mi mamá a través de Facetime.

–Ay no, me daban lástima... así que vamos a desayunar.

–¿Qué?

–Si, o sea no entraron, estamos yendo a desayunar los tres juntos... ahora te mando foto.

–Yo te voy a matar Luca, tus hermanos tienen que ir al colegio.

–No faltan nunca, es viernes... ya está —me encojo de hombros.

–¡Mami! —grita Lucio.

–A este pibito en dos minutos lo dejo en el medio de la calle —corro el celular para que lo enfoque a él también.

–¿Que pasa mi amor? —pregunta ella, obvio a Lucio, a mi ya no me dice así.

–¡Se porta mal! —grita Lia por detrás.

–Ahi está, gracias Lía por entenderme —le choco los cinco—. No se quiere sentar en su silla y tuve que ponerlo ahi a la fuerza, se sacó las zapatillas, me patea el asiento... llora por vos, mira que yo soy medio insoportable pero este todos los problemas tiene.

–Lulo, amor, pórtate bien con el Chini que mami ahora va con vos, ¿Si? Hacele caso a él y no llores, yo ya voy con vos, hijo.

–Re maricon.

–Vos y tú hermana lloraban por tu papá como él llora por mi, no le digas así... después decime dónde van a estar que voy.

–Compro unas cosas y vamos a casa... después vengan con papá que comemos algo.

anyone ; paulo dybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora