O1. primer día, primer acto de tensión

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es un nuevo año escolar y el primer día de max en su nuevo curso. no había muchos cambios, solo que esta vez era recibido con entusiasmo y halagos por parte de sus compañeros, sobre todo de chicas.

su victoria en los x-games lo llevó a la popularidad, sobre todo porque "desterró" a bradley del trono y rompió su racha de victorias.

para max, eso no era relevante; no tenía ni una pizca de importancia. él no había vivido ni visto la importancia que tenía su anterior rival.

sin embargo, existía un chico castaño al que sí le importaba de verdad, uno al que le afectaba que su rival obtuviera más atención que él.

sí, aceptó su derrota, pero no aceptaría perder lo que había construido.

─hey maxxie, espero verte este sábado en la fiesta de iniciación ─una chica morena y pelirroja se acercó a él entre la multitud. su cabeza estaba ligeramente inclinada y esbozaba una pequeña sonrisa.

max abrió los ojos. ─claro que estaré ahí ─le sonrió de la misma manera, sus mejillas se ruborizaron levemente ante la vergüenza.

estaba a la mitad del horario escolar, y aún no se había cruzado con el cremanata. no sabía por qué, pero durante el día, el mencionado se cruzaba por su mente, y algunas veces pensó haberlo visto por los pasillos.

se encaminaba a su tercera clase junto a pj y bobby, captaban algunas miradas, algunas llenas de admiración y otras de lujuría. en efecto, las segundas eran dirigidas por chicas.

─vaya max, cautivas a las chicas con tu presencia ─expresó bobby con su característica manera de hablar.

no le molestaba, pero ahora las chicas no eran lo número uno en su lista de interés.

al llegar al aula podría jurar que su corazón se detuvo por un segundo al ver al castaño, alto y bien arreglado bradley.

lo miro por unos largos segundos, examinando cada parte su cuerpo y cada detalle en su expresión. estaba concentrado dibujando, una sensación de curiosidad lo invadió, pero sacudió su cabeza para olvidar cualquier idea que se intentara pasar por su mente.

─¿tomará asiento, joven? ─una voz grave y cansada capto su atención.

─¿eh? ─volteó hacía atrás. su profesor estaba parado en el marco de la puerta con una ceja alzada y sus manos posadas en sus caderas. ─s-sí, señor ─examinó cada mesa y no quedaba ningún asiento libre a excepción de ese castaño.

no tenía otra opción.

la clase era aburrida, para max era imposible concentrarse, sobre todo por su compañero castaño, que a pesar de no darle importancia a su presencia era inevitable no mirarlo de reojo.

─cuando terminen traigan su actividad, después de que suene la campana ya no la recibiré en la siguiente clase ─al escuchar aquello max soltó un pesado suspiró. sin embargo, prefería hacer eso que seguir escuchando al profesor hablar.

sin mucho entusiasmo comenzó su actividad, pero a mitad de esta cometió un error y necesitaba una goma, buscó en su lapicera. sin suerte alguna.

se maldijo a sí mismo, ocultando su rostro entre sus manos, pero un toque, apenas un roce, llamó su atención. al lado de su lapicera había una goma. con sorpresa y poco disimulo miró al chico sentado a su lado. este no tenía ninguna expresión y estaba concentrado en su actividad.

sin darle mucha importancia utilizó la goma y la dejo al lado del espacio de su compañero. ─gracias ─dijo lo suficientemente alto para que lo escuchará.

el final de la clase se acercaba, y max se situaba enfrente de la mesa del profesor dispuesto a entregar su actividad. al entregarlo apoyo su mano sobre la mesa, o eso creyó al sentir algo cálido debajo de su palma, su mano estaba encima de otra. sus ojos se abrieron al ver a quién pertenecía.

se miraban el uno al otro, por alguna razón ninguno de los dos podía apartar la vista del contrario, conforme pasaban los segundos la tensión aumentaba y las mejillas de ambos se comenzaban a ruborizar.

max recobro la razón y alejo su mano con rapidez al escuchar al profesor toser, desvío su mirada hacía el suelo. una vez de regreso a su asiento con la esperanza de que el timbre sonara para evitar estar cerca del castaño.

no solía alterarse, ni darle importancia a cosas innecesarias, pero cuando se trataba de él y bradley su cabeza era una tormenta y sus sentimientos la consecuencia de ella.

ya habían pasado algunas semanas desde los juegos. pensaba que todo iba a estar medianamente bien, él gano y su rival aceptó su derrota, ¿por qué seguía siendo un problema estar al lado de él?

de alguna manera todo lo que tuviera que ver con bradley le afectaba, todo de él era un problema, pensaba en cada detalle y cada posibilidad.

el día continuó sin ninguna situación interesante, a excepción de las burlas que le hacía bobby por haberse sentado al lado del cremanata.

sentimientos | maxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora