O3. chocolate y trocitos de amor

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౨ৎ

estaba decidido a confrontar a bradley. ha estado teniendo actitudes que no puedo deducir si solo está siendo amable o si trama algo. no es que crea que todo en bradley es orgullo y arrogancia, pero cuando se trata de él, todo es confuso, complicado, y no logro controlar mis emociones.

antes de que comenzara a comportarse tan raro, solíamos discutir a menudo, y me era imposible creer que alguien tan lindo cargara con una actitud tan difícil de sobrellevar, aunque parte de que todo acabará mal en nuestras discusiones era mi culpa.

en este momento no sabía si prefería seguir discutiendo con él cada mañana, o ahora que solo me evitaba la mayoría del tiempo y desviaba la mirada cuando yo lo veía. no es que me disgustara no pelear, pero sí no tenerlo cerca.

puede sonar raro, pero bradley no eran tan desagradable como aparentaba, solo que su orgullo y estatus lo cegaba.

recorrí varios pasillos buscándolo, hoy no tendríamos nuestro taller juntos, por lo que no nos cruzaríamos fácilmente.

tras un rato de estarlo buscando me tope con tank quien hablaba con otro miembro de su fraternidad. si quería encontrar a bradley él sabría donde buscar.

─¡tank! ey, hermano ─me acerqué saludándolo con la mano alzada, él hizo lo mismo.

─¿qué pasa, hermano?

─¿sabes dónde esta bradley? necesito hablar con él ─me miró desconcertado, y por inercia lleve mi mano a mi antebrazo. ─no quiero discutir con él, solo quiero hablar de algo que me tiene confundido.

sabía que, a pesar de todo lo que pasó en los x-games, bradley y él tenían una amistad inquebrantable. siempre estaba dispuesto a protegerlo de quien fuera. aunque conmigo también había generado un gran aprecio por lo que evitaba la mayoría del tiempo que discutiera con bradley.

─está bien, en ese caso... ─miró su celular, parecía estar viendo la hora. ─debe estar en la biblioteca estudiando, te recomiendo que le lleves un bocadillo, le suele dar hambre cuando estudia ─su guiño fue acompañado por una sonrisa descarada, casi coqueta.

─gracias, tank. ─yo le devolví la sonrisa, pero la mía fue más de vergüenza. parecía saber algo que yo no.

y, como me aconsejó tank, le llevé un bocadillo: un chocolate con trocitos de cacahuate y caramelo. era algo que no podía fallar; después de todo, ¿a quién no le gustaban estos chocolates?

al llegar a la biblioteca, observé las mesas; todas estaban casi libres, a excepción de tres personas concentradas leyendo. más al fondo, en una pequeña mesa cerca del ventanal, divisé a un chico de cabellera castaña sumergido en unos apuntes.

sin pensarlo, me acerqué, y a medida que lo hacía, mis latidos se aceleraron y mis manos comenzaron a sudar, por alguna razón verlo me inquietaba. cuando estuve a un paso de él, me detuve y lo observé en silencio, me di cuenta de que llevaba unos lentes y un arito en su oreja que lo hacían lucir jodidamente atractivo, a mi parecer.

mis mejillas comenzaron a arder y, antes de arrepentirme de haberlo buscado, me senté en una silla vacía que había frente a él. todavía no parecía haberse dado cuenta de mi presencia, así que me tomé mi tiempo para pensar como iniciar la conversación mientras que admiraba sus gestos de concentración.

después de unos segundos carraspeé mi garganta para llamar su atención. su mirada reflejo sorpresa, luego cambió su expresión mientras inclinaba su cabeza y arqueaba una ceja, me observó con detenimiento para entender el por qué estaba ahí.

sentimientos | maxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora