VALLE DE SECRETOS

2 CUIDATE LA ESPALDA

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CUIDATE LA ESPALDA

Recuerdo el invierno de hace dos años. Fue uno de los mas frios que vivimos. En lo particular es mi época favorita del año junto con el dia de los muertos. El pueblo se encuentra con muchas luces por las fiestas navideñas, hay una gran decoracion por todos lados, y un enorme arbol justo en el centro a un costado de la fuente.

Sergio se acomoda frecuentemente el cabello pues el viento hace de las suyas para despeinarlo cada 3 segundos. Lo miro mientras trata de mantener el equilibrio en mi patineta, lo cual le resulta bastante dificil.

— ¿De qué te ríes idiota? —Pregunta Sergio mientras me sonríe.

—De que no eres capaz de poder patinar mientras te estas acomodando el cabello. —Respondo con una risa burlona.

—Claro que puedo hacerlo ¿A caso dudas de mi capacidad?

—Claro que no, simplemente que sé que te caerás y terminaras llorando.

—Te apuesto que antes de lo que te imaginas podre patinar junto a ti en vez de pedalear como un idiota delante tuyo como siempre. Es más, ¿Vez aquella fuente de ahí? Te apuesto que puedo hacer un ollie.   —Dice en tono retador.

—Claro que no, ni se te ocurra hacerlo.

—Solo mira y observa. —Dice mientras toma impulso de su pie derecho para dirigirse con direccion a la fuente.

Sinceramente sea lo que sea que tenga planeado hacer estoy muy seguro que no lo conseguirá y solo se lastimara teniendo en cuenta la cantidad de clases que le he dado sobre andar en patineta. Solo puedo mirar como al estar cerca de la fuente brinca con la tabla justo bajo sus pies y digo intenta porque solo consigue caerse dentro de la fuente causando que varios chorros de agua salgan disparados.

Me levanto y voy corriendo para asegurarme que se encontrara bien.

— ¡Sergio! —Grito mientras me acerco a la fuente.

Al asomar la mirada noto que Sergio se encuentra boca abajo flotando en el agua. Lo tomo de los brazos y trato de sacarlo. El agua esta helada y provoca un escalofrió sobre mis manos. Cuando por fin logro sacarlo alguien aprieta mi brazo, es su mano la cual me está dando un pellizco.

— ¡Sorpresa! —Grita con ojos saltones.

—Eres un idita. —Reclamo.

—El agua está demasiado fría.

—Eso te pasa por ser un idiota.

—Lo lamento no te pongas así, fue solo una broma. —Responde mientras me toma del brazo.

—Sabes que personas mueren en el mundo todos los días por no saber patinar. —Intento parecer molesto pero sinceramente lo que acabo de decir fue una idiotez y es inevitable no reírme.

—Hasta tú sabes que eso es una tontería.  —Dice riendo.

—No es una tontería si yo te mato. —Respondo mientras procedo a tirarme sobre el para intentar luchar como abecés solemos hacerlo. No es una lucha real, solo es un simple juego que hacemos para demostrar quién de los dos es más fuerte. En ocasiones suelo ganarle sosteniendo sus manos y aplastandolas sobre el suelo lo cual estoy intentando hacer en este momento pero me resulta imposible. El es más fuerte que yo así que no le cuesta mucho darme la vuelta y ahora ser yo el que esta tirado en el suelo y el sosteniendo mis manos sobre el césped mojado el cual está humedeciendo mi ropa. Se acerca a mi rostro, tanto que puedo sentir su aliento con olor a café.