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INTRUSO

Miro mi computador y veo el mensaje de Mateo. Si yo muero la persona que asesino a David de igual manera irá por todos los demás, que aunque últimamente el contacto ha sido casi nulo ellos fueron mis mejores amigos en su momento y no quisiera que les pasará nada. Ya le falle a David, ojalá hubiera podido protegerlo. Ahora tengo que intentar que eso no les pase a los demás, tengo que luchar. Las gotas de mi cabello húmedo se deslizan sobre mi espalda haciéndome sentir un leve cosquilleo. Cierro mi puño con todas mis fuerzas con la esperanza de poder acertar un golpe. Giró con mucha rapidez dispuesto a golpear a aquella silueta negra. Mi puño colisiona con el rostro de quién viéndolo bien se trata de un chico el cual al recibir dicho golpe cae al suelo como si de un costal de papas se tratara. El golpe ocasiona que la capucha de su sudadera se desprenda de su cabeza y me deje ver mejor de quién se trata.

Hay una chaqueta del equipo de futbol sobre mi cama, giro mi mirada para ver quien es la persona que acabo de golpear. No puede ser, la persona a la cual acabo de golpear es Pablo.

— ¿Qué carajos sucede contigo? —Me reclama mientras intenta  levantarse del suelo.

— ¿Conmigo? ¿Qué mierda te sucede a ti? Yo no fui el que se apareció en tu habitación a mitad de la puta noche sin previo aviso maldito idiota.

—Lo lamento, no sabía si tocar la puerta , saludar a tus padres y subir a tu habitación cómo si el último año que no hablamos no hubiera sucedido, eso hubiera estado más raro que entrar por tu ventana a escondidas.

—Puta madre creo que sí me pase. —Digo mientras me sobo el dolor que me provocó golpearlo, toda mi mano se encuentra bastante adolorida.

—Si a ti te duele imagínate como me duele a mí. —Dice mientras procede a levantarse y con su mano puesta en su rostro y una mirada que expresa enojo.

Pablo está como siempre, y en lo particular eso es bueno. Su estiló siempre se me hizo algo peculiar y en ocasiones trate de imitarlo llegando al punto de pedirle ropa prestada pero mi falta de músculo hacia que sus cargos, sudaderas y chamarras me quedarán más holgadas de lo que deberían.

—Déjame ver. —Digo mientras procedo a acercarme a él para ver que todo esté en orden en su rostro.

— ¿Estás con los nervios de punta cierto? por eso me golpeaste.

Su ojo se está poniendo un poco hinchado y morado lo cual es bastante notorio dado lo pálido de su rostro y lo verde de sus ojos.

—Todos deberíamos estar nerviosos teniendo en cuenta que alguien murió hoy.

— ¿Qué crees que sucedió?

—No sé por qué todos me hacen esa pregunta.

— ¿Hablaste con alguien más? —Pregunta. 

—Si con Mateo, me trajo a casa.

—Por esa razón no lo encontraba por ningún lado.

—Me saco un buen susto el infeliz.

— ¿Él te golpeo en la cabeza? —Pregunta mientras toca mi herida de la cabeza.

—Solo me caí de la patineta, pero en estos momentos se ve peor tu golpe. —Respondo.

—Pero hablando enserio ¿Qué crees que sucedió hoy?

—Sea lo que sea viene por nosotros y sabe lo que hicimos.  —Respondo con un suspiro.

—Hay cosas que simplemente hubiera deseado que sucedieran de diferente manera. —Dice eb voz baja y con melancolia.

Su voz suena bastante quebrada, y me hace pensar que fui muy egoísta al pensar que solo yo me sentía mal. Ahora me doy cuenta que todos la estábamos pasando mal, solo que ellos sabían disimularlo mejor.

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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