Un pequeño susto

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Juanjo

Estaba tranquilo, tumbado en mi cama, viendo algo en el ordenador, cuando de repente noto como la puerta de la habitación se abre. Un chico alto entro, llevaba unos cascos negros que se fundían perfectamente con su cabellera despeinada y oscura.

Tiró la mochila que llevaba colgada del a hombro a la cama que había en el otro lado de la habitación. Parecía no notar ni presencia. Definitivamente me di cuenta cuando me senté sobre la cama y empezé a analizarlo, mientras el seguía concentrado deshaciendo su maleta, sin girarse a ver el resto del cuarto.

Llevaba una camiseta ancha color cobrizo, un pantalón excesivamente ancho, que parecía estar  sacado de la basura, fue en ese preciso instante cuando se giró y me vio mirándolo de arriba a bajo.

Fue tanto el sobre salto del chico que se calló a la cama dándose un fuerte golpe en la cabeza con la pared.

-¡Joder!- exclamó, frotándose la zona golpeada con la mano.

-A retumbado por toda la residencia seguro- digo algo divertido, rápidamente me levanto de la cama y voy a ayudarle.

Cuando llegé a su cama le tendí mi mano en modo de ayuda, para que pudiera levantarse de la cama, agarro mi mano con fuerza y yo tiré de él y ahí fue, cuando estábamos el uno enfrente del otro y pude ver su cara, me sorprendió que tuviera bigote,  "desde cuando me parece a mí atractivo el bigote"  sus facciones son perfectas, en medio de ese análisis que ambos estábamos haciéndonos, tuve que hablar yo, ya que él no tenía cara de que iba empezar una conversación.

-Juanjo.- fue lo único que puede decir.

-¿Qué?

-Que me llamo Juanjo.

-Martin.- dijo sonriendo con la cara algo sonrojada y la mano aún unida a la mía.

-¿Estás bien?- dije deshaciendo la unión de nuestras manos.

-Sí,si, estoy bien gracias, solo ha sido un pequeño golpe, estaba a mi bola que ni me había fijado si había alguien, me dijeron que mi compañero no llegaba hasta mañana.

Su voz era dulce y me transmitía una tranquilidad que pocas personas conseguían.

-Pues sorpresa, me he adelantado un poco. Bueno y que te trae por aquí Martín.

-Es Martin, sin tilde.

-Nunca había escuchado el nombre sin tilde.

-Vengo a estudiar ingeniería medioambiental.

-Mira pues yo ingeniería naval. Parecido.

Estuvimos hablando un rato, conociéndonos un poco. Me contó que venía de Gexto, algunos detalles de él, yo le conté que era de Magallón y también le di algunos detalles de mi. La conversación fluía perfectamente, hasta que su móvil empezó a sonar y pareció ponerse nervioso, rápidamente abandonó la habitación. No quería ser cotilla, ni nada, pero ¿porque había huido tan rápido de la habitación casi sin decir ni adiós?

Amor infiltrado-JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora