Mientras compartían un café y una tarta, la conversación se volvió más personal. Hablaron de sus sueños, sus miedos y sus experiencias pasadas. Luciano contó cómo siempre había sentido la necesidad de ser perfecto para cumplir con las expectativas de su familia. Mauricio, por su parte, confesó que su actitud despreocupada era una forma de protegerse después de una serie de decepciones.
La conexión entre ellos se volvió más profunda. En un momento de silencio, Mauricio tomó la mano de Luciano. "Nunca pensé que llegaría a decir esto," dijo Mauricio con una sonrisa tímida, "pero me alegra que nos pusieran en ese proyecto juntos."
Luciano sintió un calor en su pecho al escuchar esas palabras. "Yo también," respondió suavemente, apretando la mano de Mauricio.
A partir de ese día, su relación floreció. Empezaron a pasar más tiempo juntos, no solo como compañeros de estudio, sino como amigos cercanos. Mauricio llevó a Luciano a sus lugares favoritos de la ciudad, mostrándole un lado más relajado y divertido de la vida. Luciano, a su vez, ayudó a Mauricio a organizar sus ideas y metas, dándole una dirección más clara.
Un fin de semana, decidieron ir de excursión a las montañas. Fue un día perfecto, lleno de risas y conversaciones profundas. Al atardecer, mientras se sentaban en una roca con vista al valle, Mauricio miró a Luciano a los ojos y, con una sinceridad que nunca antes había mostrado, le dijo: "Luciano, creo que me he enamorado de ti."
Luciano sintió cómo su corazón se aceleraba. Había esperado tanto tiempo para escuchar esas palabras. "Yo también, Mauricio," respondió, y sin pensarlo dos veces, se inclinó hacia él y lo besó.
El beso fue suave y lleno de promesas. En ese momento, todo el odio y las diferencias que alguna vez los separaron desaparecieron, dejando solo amor y comprensión. Supieron que, a pesar de sus diferencias, estaban destinados a estar juntos.
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del odio al amor
Romanceuna historia de amor que superó todas las adversidades y se convirtió en un ejemplo de compromiso y devoción.
