𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗜𝗧𝗔 || 𝘠𝘰𝘶𝘯𝘨 𝘔𝘪𝘬𝘰

19.

Sintiendo la mejilla un poco babosa y un rayo de luz llegando a su cara, Emi despegó con muchísimo esfuerzo la cara de la cómoda almohada para darse cuenta de dos cosas: uno, estaba babeando y dos, tenía a Miko muy cerca. Demasiado.

Había olvidado por un segundo que había dormido con Victoria y ahora, al recordarlo, sintió un calor en su pecho bastante confortante. La sonrisa que tenía en ese momento era lo suficientemente grande para sentir que no entraba en su cara. También se dió cuenta de que los brazos de la boricua la estaban rodeando con fuerza y ella necesitaba urgentemente ir al baño así que, con un poco de esfuerzo, salió de su terriblemente cómoda prisión y fue a hacer sus necesidades.

Cuando volvió a la cama, se sentó y observó a la chica, su rostro se hallaba calmo y resaltaban sus pecas. Para Emilia, pareció la constelación más hermosa que había visto nunca, pues a sus ojos, ni los cielos de Van Gogh eran tan preciosos como aquellos destellos en los pómulos de la peligris. Se recostó de nuevo y casi como si lo supiera, Victoria se posicionó encima de ella pasando su brazo por su abdomen y colocando su cara entre sus pechos. Esta, comenzando a despertarse, comenzó a restregar su nariz encima de un pecho de la colombiana y al sentir como la punta de este se endurecía, abrió lo ojos un tanto sorprendida.

—Ehh, bueno' día'— saludó un tanto nerviosa alejando su cara y sus brazos del cuerpo de la colombiana— lo siento— susurró nerviosa.

—No pasa nada, fue por el movimiento— se levantó de la cama igual de nerviosa que la platinada— ¿Dormiste bien?

—Dormí bastante bien, ere' una buena almohada.

—Gracias— sonrió— ¿vamos a desayunar?

—Está bien, ¿quiere' que prepare yo el desayuno?

—No, no te preocupes, ahora vemos que comemos— ambas sonrieron y se sintieron un poco más relajadas.

Miko se quedó un momento en el baño y Emi siguió a la cocina, se sentó y se quedó pensando que podría hacer de desayunar que fuera rápido y delicioso, quería impresionar a la cantante. Decidió, en algo poco común para ella, hacer panqueques. Un desayuno no tan colombiano al que no estaba tan acostumbrada pero tenía Nutella y fresas, quería algo dulce. Aunque dudó, ¿si le gustaría algo dulce para desayunar? ¿se querrá ir ya y por eso quiso hacer el desayuno ella? ¿preferiría algo salado o de su país? ¿y si no le gustan los panqueques? ¿o la Nutella? ¿y si era alérgica a las fresas?

Con todas estas preguntas rondando por su cabeza, casi que por inercia, comenzó a rascar de manera ansiosa su brazo mientras movía rápidamente su pierna derecha. No notó cuando la boricua se acercó pues estaba de espaldas a la entrada de la cocina y esta notó la ansiedad que recorría el cuerpo de la castaña así que la abrazó por detrás, tomando sus manos y acariciando su pierna, dándole un susto al acelerado corazón de la streamer.

—¿Por qué tan ansiosa, mi señorita?— continúo acariciando el cuerpo ajeno.

—Es que no sé que hacer de desayuno y realmente no sé que te gusta. La vez pasada te di algo que creo no te gustó tanto entonces no sé que podría hacer para que te guste el desayuno y quiero que te vayas feliz y no odies cada desayuno que yo haga y...— fue interrumpida por la platinada.

—Amor, cálmate. Está' divagando— se puso frente a la rola y tomó con ambas manos su rostro—  cualquier cosa que haga' me va a gustar porque voy a desayunar contigo. Ademá', no odié el desayuno pasado— exclamó con cara de ofendida— calma tu mente, ¿si? Solo soy yo— acarició la cara de la chica frente a ella.

Tomando un fuerte suspiro, Emilia asintió y se dejó llevar de las caricias de Victoria.

—Ahora, relájate, yo haré el desayuno— dijo para retirar sus manos del cuerpo de la colombiana y ponerse en función de cocinar mientras la castaña la observaba y se convencía cada vez más de que esa chica valía oro.

No la dejes ir.

...

Luego de un rato, ya se encontraban comiendo y riendo, teniendo una cómoda y vaga conversación hasta que Miko tomó un fuerte suspiro al ver la hora. No le había dicho nada a Emilia pero su vuelo salía en tres horas y debía irse cuánto antes para llegar sin retraso al aeropuerto.

—¿Ya tienes que irte, verdad?— preguntó Emi con un poco de tristeza en su voz.

—Ya e' bastante tarde, mami. Tengo que llegar en do' hora' al airport— tomó la mano de la chica frente a ella— pero ya sabe' que no' vemo' en poco tiempo y no' vamo' de viaje. La' do' sola'.

—Lo sé pero me gusta tenerte aquí, conmigo— hizo ese puchero que sabía volvía loca a la otra.

—Lo sé pero no será mucho tiempo y siempre estamo' hablando por el cel. No te desamine', baby.

—Si mi capitana— dijo haciendo la seña militar— ya quiero que sea nuestro viaje— sonrió.

—Ya verá' que el tiempo se va a pasar volando.

Ambas se levantaron de la mesa, aún tomadas de la mano. Dejaron los platos en la cocina, reunieron todas las pertenencias de Victoria y se dirigieron a la puerta. Tomando el rostro y la cintura de la menor, Miko se acercó a esta y besó suavemente sus labios en una promesa silenciosa. Emilia recibió gustosamente los labios de la más alta, dejándose besar con suavidad de esta y, cuando se separaron, sus miradas decían mucho más de lo que ambas podrían expresar hablando.

Unos minutos después, Emilia cerró la puerta sintiendo su corazón latir fuertemente y apoyando su frente contra esta, sin saber que Victoria, del otro lado de la puerta, hacia exactamente lo mismo. Ninguna quería dejar a la otra pero, con el pacto de verse en poco tiempo, ambas se alejaron de la puerta con sus corazones latiendo en la misma sintonía.

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Buenas mi gente, he vuelto.

Lamento haberlos dejado tanto tiempo, no han sido buenos momentos para esta escritora de acá. No son lindos los bloqueos lectores y escritores.

No me odien.

Acá les dejo una actualización, se vienen cositas buenas para estas dos. ¿Que opinan de esta relación?

Déjenme sus comentarios y sus votos, me alegran mucho cada que los leo.

Gracias porque ya somos muchos  lectores más en este pequeño fic <3

Esperen la próxima actualización, que no me demoro.

Por cierto, feliz inicio del mes pride. Que nada les impida amar libremente ❤️

Un beso, Mar.

(Si no comentan les va a salir el coco por las noches)