Sólo Como Amigo (Pedro infante y Jorge Negrete)

Cap 10: Frustración

Ese sentimiento de impotencia empieza a llenar cada una de las células de su cuerpo y no tiene idea de qué puede hacer. El simple hecho de no saber qué opinan los demás nunca le había afectado en su manera de ser y pensar, las opiniones externas se le resbalaban como mantequilla y nunca llegaron a importarle. Pero con él parece que ahora sería la excepción sin que él lo quisiera.

Aunque en realidad, la verdadera pregunta era... ¿Qué no era distinto con él?, ¿O acaso no era distinto hasta el amor que sentía por él?

Jorge parecía haberle regresado esa chispa que Irma se había llevado con su partida, aquella emoción de levantarse todos los días sabiendo que lo verá y de que charlarán, como de costumbre, reprimiendo más de un suspiro, guardándose las ganas que tiene de demostrarle lo mucho que le gusta, aguantando las ganas de llorar al comprender que simplemente... no se puede. Y ahora sería esa misma persona la que lo hundía —mucho más de lo que ya estaba— en su dilema interno.

Mismísimo dilema que a su vez, lo hacía hundirse en su propia miseria y pesadumbre, pesadumbre que lo hacía demostrar una amargura que aunque no quisiera, demostraba. Misma miseria que siente al ver a Jorge aunque no quiera verlo, pero no porque esté enojado con él, sino por la vergüenza que siente.

El verlo a lo lejos sentado en la silla de la esquina del comedor lo desconcierta mucho más, es como si de verdad no quisiera tenerlo cerca, como si hubiera optado por alejarse en silencio con la intención de no levantar sospechas. Quizás eso puede aplicar para los demás, pero no para él. El ver este cambio de actitud que optó por adoptar el Charro Cantor desde que llegó al set no hizo más que confirmar todo lo que escuchó en ese sueño lúcido que ahora no parecía ser más un sueño, sino un recuerdo.

La amargura que irradia de su cara es indescriptible, lo que prefiere ahora es evitar tener diálogo mínimo con el actor que encarna al ranchero de apellido "Bueno" y ni hablar del contacto físico, el cual ahora es completamente nulo. Las miradas discretas —de las que claramente Pedro se ha dado cuenta en todo el rato que llevan desayunando— por parte de Jorge tampoco son de esperarse, lo que hace que la situación sea más confusa para él.

Y esto no hace más que hacerlo sobrepensar las cosas, justo como lo hizo ayer, y como el sábado y, como el viernes, y como parece que lo ha estado haciendo desde hace un par de semanas.

Tampoco no es como que le ayude en lo más mínimo que Jorge no le haya dicho ni una sola palabra o un pequeño saludo desde que llegó a los estudios de grabación.

Pues claro, eso mismo le dijo, ¿No? Que ya no le hablará ni le dirigiera la palabra. Vaya que si dice algo lo cumple sin importarle que —o mas bien, a quien— se lleve entre las patas.

Pero... ¿Y entonces?, ¿Y el rodaje?, ¿Y la amistad que llevan tiempo puliendo?, ¿Y esto que lo quema por dentro cuando lo mira actuar tan desinteresado, cuando lo mira sonreír y reírse con las muchachas cuando bromea sin importarle nada?

Verlo charlar a lo lejos de esa manera tan... indistinta no hace más que afectarle más y más donde ya de por sí le duele, y mucho. Es una completa sorpresa para él que Jorge resultará ser una persona tan desinteresada y que fuera capaz de demostrar tal apatía. Cuando en su momento no hacía más que demostrar lo contrario.

Vaya sorpresa...

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La tensión se puede sentir a kilometros y todos pueden percibirlo, tanto los actores secundarios, como el equipo de rodaje y hasta los extras que se encuentran ahí. Pueden ver cómo los actores estelares están cada uno por su lado, uno alejado del otro.