Eres mi mundo

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Aquella playa en completa soledad cargaba consigo un millón de pesar en sus frías y tranquilas aguas nocturnas

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Aquella playa en completa soledad cargaba consigo un millón de pesar en sus frías y tranquilas aguas nocturnas.  Con el cielo de sus horizontes despejado cargaba parte de la culpa de que el continente esté tan nublado

Hace poco los cielos lluviosos se calmaron una vez haber soltado su pesar al suelo, quedaron en silencio dejando que el viento las lleve a dónde quieran sin oponer resistencia. Sus tonos grisáceos amenazaron con disiparse mientras las estrellas con su tan tenue fulgor luchaban por aparecer

Y mientras esa batalla se libraba, en el suelo un duelo de corazones se estaba librando. Recién empezando y ya había un dolor inimaginable rompiendo desde su interior en lo que con su tan pesado andar sentía que estaba a punto de caer en lo más profundo que haya caído

Sus pasos tan tortuoso a cuatro patas se abrían paso entre los pastizales de campo abierto nocturnos con gran dolor mientras la sangre en su boca goteaba de su mentón, manchando incluso con sus pisadas el suelo. Con la luna de testimonio silencioso, sus pasos se detuvieron ante aquello que juró tardó años en llegar a pesar de estar a unos metros

No sabía cuánto más su cuerpo lo soportaría...

Y su mente?

Cuanto lo haría?

"Porqué... Porqué vinimos aquí...? Porqué... Me hiciste venir? Porqué te dije que sí!?"

Apretó su mandíbula al punto de gruñir, se retorcio un poco por el dolor de su corazón, y las lágrimas no pidieron permiso para salir. Simplemente recorrieron como cascadas incontrolables las mejillas del híbrido color azabache, que ante los pastizales de color dorado resaltaba

Sollozos de la nada se escucharon mientras que colapsada ante el cuerpo inerte de aquella criatura que sin querer ahora rompía su corazón como si del cristal más fino se tratara lo destruía

Él cayó al suelo lleno de arrepentimiento de como una decisión terminó en esto, en la destrucción de su mundo, de su tan preciado mundo, que en segundos se derrumbó por completo, llevándose todo consigo. Su llanto rompió el silencio como un trueno mientras la brisa movía el pasto de aquella pradera, alto hasta la rodilla

La raptora y él se habían enterado de una playa muy cerca de dónde los humanos vivían semanas atrás. El indoraptor realmente no estaba interesado en ir por el peligro que podría conllevar venir, pero ella sí, con tantas historias logró convenverlo, llegando días después al lugar cuyas arenas blancas relucían ante el sol así como las aguas

Habían disfrutado de un hermoso cielo azul con el aire salado contra sus cuerpos, jugando entre las olas sin adentrarse mucho. Las risas llegaron hasta el anochecer, cuándo se encontraron con una granja cerca de la playa con los únicos animales con tamaño para alimentarlos en kilómetros a la redonda

Ella con la adrenalina al tope y él con un mal presentimiento, pero ni éso pudo antecipar lo que pasaría. Tras el caos que creó la caza de una Baca, tres personas salieron de la casa, dos de ellos aarmados. De inmediato los apuntaron, disparando sin dudar, y gracias a las luces, fue fácil identificar a los culpables del pánico en sus animales

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