𝐃𝐈́𝐀 𝟏. Acurrucados

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11 : 54 p.m.

—¿Entonces como piensas que durmamos?

—¡Simple!

El demonio con las esponjosas orejas de ciervo dió un sonoro chasquido con sus dedos e inmediatamente una aguja e hilo de color verde aparecieron en sus manos.

Ay Alastor...

Lucifer solo observaba con una mirada atenta como su pareja se complicaba la vida haciendo costuras por toda la extensión de la gran cama del rey, desde la cabecera hasta donde las sabanas terminaban de cubrir.

Y todo este lío ¿para qué? ¿por qué Lucifer no lo detenía?

Bueno, el rubio tenía muy en cuenta la comodidad de su novio en su relación, y si eso significa tener que ver como este mismo bordaba una linea verde entre ellos para dejar en claro el lado de cada uno porque él se sentía inseguro dumiendo tan cerca de él, entonces estaba bien.

—¡Listo! —dijo el pelirrojo triunfante.

—... se vé horrible.

Alastor soltó un suspiro y rodó los ojos con diversión, aún manteniendo su alegre sonrisa en su rostro.

—La idea no es que se vea bonito, Lu, se supone que esto nos ayude a marcar territorio y tener una idea de el lado de cada uno.

Agh, aquí vamos otra vez. Siempre que tocamos el tema de los "límites" y "afecto" termino escuchando su irritante discurso de lo molesta que es mi compañía a la hora de descansar juntos en una cama. Aparentemente me muevo mucho cuando duermo y termino abrazando su cuello con mis piernas evitando así que pueda respirar y sofocarlo.

Pero ¡oh vamos! ¡fue una maldita vez y ¿lo ven ahora mismo? ¡está respirando! ¡está bien! Y luego dice que yo soy un rey del drama.

—Esto es estúpido

—Solo no cruces la línea. Te conozco muy bien, eres la sanguijuela más pegajosa del mundo. Tu necesidad costante de mostrarme afecto mientras duermo me asfixia, literalmente.

—Que grosero.

Alastor nunca fue un demonio muy fan de las muestras de afecto constantes, y por lo tanto, el tampoco es alguien que demuestre afecto constantemente. Estas acciones, aunque muy en su interior se negara a admitirlo, le llegaban a doler a Lucifer, pero no decía nada ya que respetaba que Alastor lo quisiera de este modo. Después de todo, el demonio radio era un estupendo novio ¿quién lo diría?

Siempre le mostraba que lo amaba con detalles como ramos, peluches e incluso una vez le regaló un patito de hule con un sombrero de copa blanco. Ese es su patito favorito, porque no solo es su "juguete" favorito (como lo llama Alastor) si no que es importante porque fue Alastor quien se lo obsequió.

Este tipo de cosas hacían sentir a Lucifer amado, que después de todo si existía alguien que lo amaba tal y como era, por lo que el rubio se sentía culpable de reclamarle sobre porque era tan cerrado a la hora de demostrar afecto físico. Lucifer entendía que el contacto físico no es para todo el mundo y Lucifer entendía que su novio es una de esas personas y lo respetaba.

Pero ¿esto? Esto era mucho, sabía que podía ser algo intenso a la hora de dormir con Alastor, pero era porque instintivamente, a la hora de dormir junto a él, se sentia seguro y tan calientito que inconscientemente solo se pegaba un poquito más al cuerpo ajeno en busca de mas contanto y comodidad.

De haber sabido que el hacer esto llevaría a Alastor hasta su limite al punto de tomar estas medidas tan extremas con tal de que solo dejara de hacerlo, entonces nunca lo hubiera molestado con dormir juntos en primer lugar.

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