➛̤ 么 ◗ 𝗦𝗁𝗎 ყ 𝗅𝖺 𝖺𝖽𝟣𝖼𝖼¡0́𝗇 ﹑𝖺𝗅 𝗌𝟥𝗑0 𝗏𝗂𝗋𝗍𝗎𝖺𝗅 ?!̶ 

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7:00 am:Hora de despertar.

Me desperté trás escuchar la alarma de mi celular, la cuál me indicaba que ya debía despertarme para ir a la Universidad, algo que no quería. Tape mis ojos con mis manos y las refregue en estos, tratando de quitar el sueño.

–“Aghh... no debía quedarme toda la noche despierto.”–

Me dije a mi mismo, aún con mis manos sobre mi rostro. Sin rechistar me levanté de la cama para comenzar a prepararme. Al terminar tomé mi cosas y me dispuse a salir de mi habitación, encaminandome hacía la Universidad, la cuál no quedaba lejos. 30 minutos era lo que demostraba en llegar.

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Shu no tardó demasiado en llegar a su Universidad, ahí se encontró a su amigo Ness, él cuál lo esperaban en la entrada de la Universidad.
Otro nerd más, junto a Shu eran unos Don nadie, los cuáles siempre pasaban desapercibidos por toda la Universidad y más cuándo él llegaba. Asta, un jóven apuesto, de gran riqueza y una familia adinerada, reconocido por su belleza e inteligencia, amado por todos, salvo por Shu él cuál lo repudiaba, no porque fuera malo si no por envidioso. Envidiaba su fama, riqueza y según el porque salir con mujeres se le hacía más fácil, y eso a Shu le molestaba (no era culpa de Asta que nadie le hablé, le pasa por rarito).

–“Oye, ¿y al final cómo te fué con la aplicación que mencionaste?”– Preguntaría Ness sin mucho interés en la respuesta de su amigo, con su vista clavada en la su celular.

–“Ah.. No muy bien, creí que sería interesante pero me aburrió por completo, nadie cayó en mi perfil trampa.”– Refutaria Shu sin animos. La noche anterior se había abierto un perfil en Amino una red social para bueno, socializar, pero Shu la había instalado para complacer su obsesión por el sexo virtual y estafar gente.

–“Es un pena amigo, ya alguien caerá en eso, no te preocupes.”– Le daría algunas palmaditas en su hombro en un intento de consolar a su amigo, de todas formas el consuelo no dudaría mucho puesto que Ness se adelantaría, dejando a Shu solo.

Shu solo vería a su amigo irse y él detendría su paso para dar un largo suspiro, apoyando sus manos sobre sus rodillas.
A lo lejos pudo llegar a escuchar y divisar un grupo de gente haciendo bullicio, Shu por mera curiosidad decidio acercarse, pero su curiosidad disminuyó al momento de ver Asta en medio de ese grupo de personas, para los ojos de Shu, el jóven Asta no se hacía nada más que presumir de su nuevo auto, el cuál brillaba y resplandecia con las luz del sol, cegando a cualquiera que lo vea fijamente.

Shu en un ataque de envidia, solo se digno a rodar los ojos y salir de ahí, mientras que en su cabeza lo único que hacía era insultar a Asta.