De claroscuros y elecciones.

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Por C. Sánchez.



Llegó el tan esperado día por la política y la sociedad del país y, a decir verdad, la ocasión se convirtió además en el pretexto perfecto de un servidor, para volver a retomar el proyecto que había permanecido en un profundo letargo, en espera de poder obtener tan solo una pequeña porción de material relevante para poner en marcha toda esta fabrica de comentarios al servicio de quienes decidan, por ocio o cualquier otra razón llevar a su criterio el transitar de los acontecimientos mas relevantes de nuestra contemporaneidad partiendo desde la óptica de un apasionado observador de los fenómenos sociales, políticos y culturales del país que habitamos.

Sin más preámbulo ni comentario adicional que pueda abrevar, y para poder brincar de estas líneas introductorias al tópico principal de esta columna, les invito a permanecer conmigo a lo largo del texto siguiente.

El final de la competencia política por el electorado se hizo presente el pasado domingo 2 de Junio durante un ejercicio democrático sin precedentes a nivel nacional, y, lo digo de esta manera porque, por difícil que parezca de creer, el reto mayor de este principalmente fue convencer al electorado; un electorado que por cierto, a diferencia de otros ejercicios anteriores participó de una manera significativa, un electorado informado, que siguió de cerca las campañas, los debates y que ha vivido como parte de su historia los claroscuros que la política le ha dado a la sociedad mexicana. Esto fue, sin duda una de las principales razones por las que las casillas, algunas lucían abarrotadas. La población votante del país que decidió unirse a esta jornada propia de la democracia hizo filas, inclusive de horas para poder ejercer su derecho al sufragio. Algo muy relevante fue la nutrida actuación de los jóvenes, que representan una parte importante del padrón electoral. Cifras del INE señalan que hay 22 millones 272 mil 302 jóvenes de 20 a 29 años en la lista nominal de electores. La asistencia de este grupo a las urnas, habla de un potencial interés en la toma de decisiones, la definición del rumbo del país y porque no decirlo, el afán de construir por medio de su voto una mejor nación.

Desde muy temprano los candidatos a la presidencia, gobernaturas, ayuntamientos acudieron a las respectivas urnas a emitir el sufragio, los medios de comunicación y las redes sociales nos regalaron una enorme cantidad de material multimedia de aquellos momentos en las diferentes partes del país, todo ello con una marcada constante; el pueblo siendo el protagonista, entre voces de apoyo, desaprobación celebración, reclamo; la gente de nuestro país se hizo escuchar en un contexto completamente orgánico y fuera de todo carácter de campaña. Fue mas bien la viva "vox populli" es su más pura forma.

Una jornada larga, complicada, golpeada por una serie de sucesos que, a decir verdad, se esperaba que ocurrieran, al final del día, el periodo de campaña previo, transitó entre hechos como descalificaciones, actos poco éticos, competencia sucia y en situaciones gravísimas, atentados contra la vida de los candidatos. Podría mencionar, sin temor a equivocarme que este periodo de campaña ha sido quizá de los más violentos y accidentados en la historia contemporánea del país, y esto es quizá la prueba más contundente de la crisis de seguridad que vivimos actualmente. Los hechos acontecidos el pasado 2 de Junio cobraron la vida de 2 personas en Puebla, pero eso no fue todo, entidades como Querétaro Y Guanajuato, presentaron también incidentes como intento de robo de material electoral, y vandalismo en las casillas.
Aún con todo lo anterior transcurrió el domingo y caída la noche, la atención del país entero se encontraba en la publicación de los primeros resultados emitidos por el INE. Al filo de las 7 de la noche saldría Mario Delgado, dirigente nacional de MORENA a anunciar la victoria de Claudia Sheinbaum en las urnas. El equipo de Xóchitl Gálvez hizo lo propio, incluso se hizo pública una supuesta encuesta de Consulta Mitofsky que favorecía a MORENA en la tendencia de la votación que resulto ser apócrifa.

Alrededor de la media noche y en cadena nacional, Guadalupe Taddei, consejero presidente del INE, anunciaría los resultados del conteo rápido (PREP), virtualmente México tendría nuevo presidente, nueva presidenta. Con una diferencia aplastante y nunca antes vista en la historia de la democracia de este país, Claudia Sheinbaum Pardo se llevaría la titularidad del ejecutivo en México con un porcentaje máximo del 60.7% de los votos a su favor, una victoria que Ciro Gómez Leyva por medio de su cuenta en X, describiría como "una paliza" a los otros dos contendientes a la presidencia de la república. Y, aunque estos son resultados preliminares, Sheinbaum básicamente tiene la victoria en este proceso electoral.
Hay que destacar también que el partido de AMLO, obtuvo además mayoría en las cámaras de diputados y senadores, lo que le entregará a MORENA el poder total de emitir leyes, reformarlas y de hacer cambios a la constitución política del país.

La victoria de Sheinbaum en las urnas es un hecho trascendental y que sin duda marcará un precedente como un nuevo modelo de política nacional, será un paradigma en la política mexicana, por primera vez en toda su historia, este país tiene una mujer presidenta, lo cual es visiblemente un parteaguas fundamental en materia de equidad de género en un México que durante décadas y todavía hoy es machista. Esto debe simbolizar una catapulta y un punto de partida para que las mujeres mexicanas se hagan cada vez más, participes de los temas y asuntos referentes a la política y administración pública de nuestro país.
Claudia tiene frente a ella un reto y una misión muy importante, en un primer orden de ideas, dar continuidad al proyecto de nación propuesto e iniciado por Andrés Manuel López Obrador hace casi 6 años, deberá también ver de frente a las y los mexicanos y velar por la seguridad, la economía, el crecimiento y la prosperidad del país.
Uno de los ejes mas importantes de su gestión, genuinamente deberá ser la unidad; retirar de la mente colectiva el pensamiento de división que nos hace ser "chairos o fifís." Detener el odio que se cocinó durante el sexenio obradorista y que fue fomentado principalmente por los partidos de oposición. Otro tema que debe estar en su agenda es el fortalecimiento de los grandes órganos del estado para el adecuado suministro de los servicios de salud y seguridad social, educación, cultura, deporte.

Deberá trabajar de la mano con las administraciones a nivel estatal para minimizar considerablemente la desigualdad social. Se tendrá que hacer un gobierno como ella misma lo dijo en su discurso de victoria la madrugada del lunes... para todos.
Ciertos opinologos y medios de comunicación catalogan el triunfo de Sheinbaum como el final del México democrático y auguran la imagen de un país asomándose peligrosamente en la ventana del socialismo y populismo, tomando como argumento principal, la mayoría obtenida en las cámaras. Sin embargo, la libertad de los mexicanos quedo nuevamente materializada y ejercida en las urnas. Ahora Claudia Sheinbaum Pardo tendrá que corresponder a la confianza que México ha puesto en su figura y por su parte, quienes le acercaron su voto y le dieron la victoria, tendrán que convertirse en observadores y críticos de su gestión.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2024 ⏰

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