Me Reencarné En Marqués En Otro Mundo

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(AVISO: ESTA NOVELA ESTÁ TRADUCIDA POR TRADUCTOR, CUANDO TENGA CORRECCIÓN, SE SACARÁ ESTE MENSAJE. SI LEEN, DEBEN ENTENDER QUE HABRÁ POSIBLES ERRORES)

Capítulo 1

"Joven maestro, joven maestro Ciel. Es hora de despertar".

De repente, oí la voz de una mujer desconocida.

¿Qué era esta situación? Estaba seguro de que me había atropellado un camión y había muerto...

¿Por qué estaba oyendo el nombre de la protagonista de una novela que mi hermano menor sólo había hecho vagamente?

"Joven maestro Ciel von Kreutel, el marqués le llama".

Cuando abrí los ojos, había una mujer frente a mí, vestida con un uniforme de criada que sólo se ve en los cómics.

"¿Esto es un sueño?"

Cuando me pellizqué la mejilla, sentí el dolor de un pellizco en la cara.

Como podía sentir dolor, no parecía ser un sueño.

Entonces, ¿qué era exactamente esta situación? ¿Por qué me llamaban joven maestro Ciel?

La doncella que estaba frente a mí me miró con ojos que parecían decir: "¿Por qué se comporta así esta persona?" y habló.

"Joven amo Ciel, le ayudaré a cambiarse de ropa. Después de cambiarte, vamos a ver al Marqués".

... Si yo era el joven maestro Ciel como dijo la criada, ¿significaba eso que me había convertido en el protagonista de una novela que escribió mi hermano menor?

De pie frente a un gran espejo, mi reflejo era completamente diferente del yo que había conocido hasta ahora.

Un chico guapo, pálido y delgado que parecía dibujado... No podía creer que ese fuera yo.

Con la ayuda de la criada, me cambié de ropa y me dirigí al despacho del marqués para reunirme con el marqués, que era el padre de este personaje.

El marqués, que estaba sentado dentro del despacho, sonrió alegremente al verme y me dio la bienvenida.

"Ya estás aquí, Ciel".

Viendo cómo la criada no paraba de llamarme señorito Ciel, esta persona debía de ser mi padre.

"Sí."

Y el marqués, con una cara que sonreía alegremente como si tuviera el mundo entero, no la expresión solemne que tenía antes de conocerme, me miró y dijo,

"Acaba de llegarte la carta de aceptación de la Academia de Caballeros, la institución más prestigiosa del Imperio de Elaine.

Enhorabuena, Ciel. La ceremonia de ingreso es dentro de un mes, así que prepárate para partir en dos semanas".

Si la situación que se desarrollaba ahora mismo era el mundo que había dentro de la novela que escribió mi hermano, la vida de Ciel von Kreutel empezó a desmoronarse tras ingresar en la academia.

El marqués frente a mí seguiría a un señor incompetente y caería con él en pocos años.

Y yo sería sacrificado en una rebelión dentro de la academia, tachado de traidor y despojado de mi título.

Si eso sucedía, viviría una vida miserable en este mundo y moriría.

"Jaja, Ciel... Mi orgulloso hijo.

Siempre cantabas que querías ir a la academia, pero ahora que has oído la noticia de tu aceptación, debes de estar tan contento que te sorprende.

El marqués no paraba de felicitarme y animarme, pero yo no podía concentrarme en sus palabras.

Porque ahora mismo, mi cabeza estaba llena de preocupaciones sobre cómo sobrevivir sin fracasar como Ciel en la novela que escribió mi hermano.

Así que me agarré un lado del estómago como si me doliera, fruncí el ceño y dije,

"Creo que ayer comí algo malo y me duele el estómago.

¿Puedo ir al baño un momento?".

"Adelante".

Entonces, mientras fingía ir al baño, empecé a organizar mis pensamientos.

Primero, para evitar la bandera de la muerte, no iré a la academia.

Luego, con el poder de mi conocimiento moderno, desarrollaré este territorio tanto como sea posible y me volveré fuerte,

lo suficientemente fuerte como para que ni el marqués ni yo tengamos que vernos desmoronados dentro de unos años.

Afortunadamente, este mundo era un mundo ajeno similar a la Europa medieval de mi mundo, sin magia ni elementos fantásticos, y mi vida actual era la de un estudiante de posgrado que había estudiado "cómo puede sobrevivir una persona moderna en la Europa medieval".

En otras palabras, el mundo actual en el que estoy ahora era el mejor lugar en el que podía desear reencarnarme.

Después de regresar fui a ver al marqués y le dije,

"No iré a la academia".