PRÓLOGO

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El cielo de aquel encantador día, teñido de tonos anaranjados y rosados mientras el sol se ponía. Un jardín enmarcado por grandes árboles centenarios, el piso inundado en un sendero de pétalos blancos y rosas, un clima acogedor y una luz cálida, envolvía el ambiente íntimo de aquella celebración.

¿El destino está escrito?

Era lo único que pensaba Kim Taehyung. Sentía los nervios a flor de piel y la emoción de lo que se avecinaba. El pecho le explotaría del intenso latir de su alma.

Su lobo no se quedaba atrás. Era seguro que sus feromonas llegarían hasta el otro lado del mundo, pues ya no tenía control de sí en ese momento.

Mientras los minutos pasaban, veía nerviosamente al cielo, buscando alguna señal que le indicara que todo saldría perfecto. Respiró hondo y cerró los ojos tratando de calmar su mente. Recordó la primera vez que lo vio,en lo intrépido que era y su hermosa sonrisa al conseguir lo que quería, lo que habían vivido, lo que habían superado; un mosaico de recuerdos en sus almas.

Por otra parte Jungkook estaba al borde del jardín, respirando profundamente para quitar los nervios en él. No quería que el nerviosismo arruinara su boda de ensueño. El sol lo bañaba con sus rayos dorados, su pelo tan finamente peinado y su traje con decoraciones de pedrería y perlas lo hacían resplandecer más de lo normal. Agradecía tanto que fuera tan cuidadoso con su imagen. Él sabía que dejaría a su esposo perplejo; no es diario y normal casarte con el futuro heredero de una famosa compañía de entretenimiento.

Al escuchar que el bullicio de los invitados se desvanecía por el aire, buscó con la mirada a su primo, el cual apareció rápido en su vista para entregarle su ramo.

Analizó que todo saliera perfecto, como lo tenía en su mente. Sí, era Jeon Jungkook un caprichoso de primera y más en su boda.

Cuando las primeras notas sonaron, cerró sus ojos y suspiró.

Añoraba la presencia de su madre en ese día.

Recuperado empezó a caminar con pasos firmes y una sonrisa. Vio a su papá justo en la entrada al camino de flores, aunque le tenía remordimiento, no era el momento adecuado para discutir.

"Estoy feliz por ti, hijo mío" soltó apenas tuvo al omega junto a él.

"Gracias" le sonrió. "Me abstengo hoy a decirte algo porque me encuentro demasiado feliz como para pelear"

"No es momento, Jeon" reprendió el alfa.

Jungkook lo ignoró y solo se acomodó para hacer su entrada triunfal en aquel jardín.

Su corazón latía con frenesí, nunca pensó poder sentir ese amor por su alfa con tanta ímpetu. Sus ojos se encontraron con los de Taehyung, en ese momento para ambos se borró cualquier duda y atisbo de nervios reemplazados por los fervientes sentimientos de confianza y amor.

Cada paso que daba era una señal de todo lo bueno que pasaría en sus vidas después de esa unión. El mundo para los dos se reducía en la conexión de sus miradas, la chispa que veían en el otro y sus lobos aullando por volver a sentirse. Cuando finalmente llegó, el padre del omega le entregó al alfa la mano de su hijo.

Taehyung no podía creer que su omega podía verse más hermoso de lo que ya era. Sintió su mano suave y tersa antes de darle un beso en el dorso. Jungkook comprendió todo en ese momento, sintió el amor, el cariño, la ternura, el respeto y confianza que había en ambos.

"¿Cómo puedes verte más guapo de lo normal?" suspiró mientras se perdía en los ojos de su amado.

"¿O sea que todos los días me veo mal?" sonrió para demostrar su burla. "Te recuerdo que estás a tiempo de huir"

"No lo haría nunca. Eres el omega de mi vida, el amor para el cual nací" suspiró . "¿Por qué querría dejar a tan bello ser?"

"Mmh" musitó el menor antes de picarle la nariz al alfa, el cual se quejó. "Ven" hizo señales para que el mayor se aproximara.

Al tenerlo cerca sonrió pícaro antes de susurrarle al oído. "Recuerda que el trato es darme amor y dos cachorros; Taehyun y Jungwon"

Taehyung soltó una pequeña carcajada antes de girarse para ver a su próximo esposo.

"Espero que el Taehyung del futuro cumpla esa promesa. Porque mi deseo y deber es hacerte feliz, que seas feliz y estés bien" lo tomó de la mejilla acariciando con suavidad la misma.

"También espero que Jungkook del futuro sea feliz, tenga éxito en su trabajo, cuide a sus dos cachorros y siga siendo bonito, claro" dijo con los ojos cerrados disfrutando del tacto de su pareja.

"Disculpen que los interrumpa, pero debemos dar inicio a la ceremonia o los horarios se vendrán encima por retardo" susurró el notario algo apenado.

Jungkook al escuchar las palabras horario y retardo, se puso de vuelta quitando la mano del alfa dulcemente. "No me gusta que me interrumpan cuando mi alfa me está tratando como el ser más hermoso de la tierra" carraspeo. "Pero dé comienzo, no quiero que salga mal este día".

El notario asintió y se colocó en su lugar.

Jungkook buscó de nuevo la mirada de Taehyung y ambos sonrieron , tomándose de la mano sintiendo la misma electricidad que la primera vez.

Creían en el amor a primera vista, en el destino y la felicidad.

Porque es todo lo que hay en un matrimonio.

O esas eran sus creencias.

O esas eran sus creencias

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Bye!

UN DIVORCIO AMOROSO (TAEKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora