Capitulo 6 (corregido)

398 30 2
                                    

POV Alexia

Me sentí abrumada por la intensidad del momento, una oleada de emociones que no podía contener. Mi corazón latía con fuerza, resonando en mis oídos como el eco de un tambor lejano. La calidez de su mano en mi rostro era un ancla en la tormenta de mis pensamientos. Cuando sus labios se encontraron con los míos, una sensación de alivio me inundó, como si todas las piezas del rompecabezas de mi vida finalmente encajaran. El beso era una promesa silenciosa de nuevos comienzos, una puerta que se abre a posibilidades infinitas. En sus brazos, me sentía como en un refugio seguro, un lugar donde puedo ser yo misma sin miedo ni reservas. Con cada segundo que pasaba, me permití caer más profundamente en este nuevo sentimiento, permitiéndome ser vulnerable y aceptar la dulzura del momento. Sentí algo floreciendo entre nosotras dos y me siento como si estuviera en un sueño del que no quiero despertar. La realidad del mundo exterior se desvanecía, dejando solo la conexión entre nosotras dos y nos quedamos allí un rato más, bajo la luz de las estrellas, comenzamos a compartir nuestros sueños y miedos. La conversación fluía con facilidad. Me sentía feliz por primera vez en tanto tiempo; no recordaba esta felicidad con una persona que no sea familia o compañera de equipo.

T/N: ¿Lista para irnos?

A: Sí, aunque me quedaría más tiempo, pero ya es tarde.

T/N: Yo también me quedaría más tiempo, pero nos volveremos a ver, más pronto que tarde.

A: Eso espero.

T/N: Además, ahora sé dónde vives, aunque no el piso ni la puerta, pero puedo llevarte una serenata. -Nos reímos-

A: No es justo que tú sepas dónde vivo y yo no sepa dónde vives. ¿Y si soy yo la que quiere ir a darte una serenata?

T/N: ¿Tú, una serenata? Me espero antes que me dediques un gol a que me dediques una serenata, pero lo de que sepas dónde vivo se puede solucionar tan rápido como esto. -Sacó su móvil y me mandó un mensaje- Puedes ir cuando quieras, con Nala, con tu familia o con tus amigas; las puertas de mi casa están abiertas para ti y tu gente.

A: Yo... no sé qué decir.

T/N: No hace falta que digas nada, pero te voy avisando que tengo varios perros por si vas con Nala, para que me avises y presentarla para que no haya problema.

A: ¿Qué perros tienes?

T/N: Tengo un doberman, un husky y un pastor alemán.

A: Wow, si te voy a tener que avisar, y no tienes ninguno pequeño.

T/N: De pequeña sí tuve un yorkshire, pero era de mis padres y estaba ya mayor. Pero mientras esté yo delante en la presentación no habrá problema; luego ya la puedes dejar suelta con ellos, la acogerán y se convertirá en parte de su manada, por así decirlo. Realmente son tranquilos.

A: Está bien, pues te aviso cuando vaya con Nala.

Nos levantamos y recogimos las cosas. Cuando fuimos de camino al coche, T/n me agarró de la mano, a lo que yo sonreí y me agarré a ella del brazo. Cuando llegamos al coche, metió la bolsa en el maletero, luego fue hacia mi puerta, me la abrió, fue hacia su lado y se subió. Me pasó su móvil, dando paso a poner música, y nos pusimos en marcha para mi casa, hasta que llegamos. T/n se me quedó mirando con una sonrisa.

T/n: ¿Puedo? -Dijo mirándome los labios y yo asentí-

Se acercó a mí y me besó. Era un beso que expresaba cariño. Estuvimos así un rato hasta que nos faltó el aire. Me giré para salir.

T/n: ¿Te ayudo a salir?

A: Por favor, si puedes.

T/n se bajó enseguida, me abrió la puerta y me ayudó a salir. Me acompañó hasta el portal del edificio y me dio un abrazo.

Entre goles y sueños. (Alexia y tn) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora