IN VITRO (DRAMIONE) (HISTORIA BREVE)

HUÉSPED DE MI ALMA

Hermione se encontraba atorada en medio del tráfico, su amiga Jany le llamaba insistentemente, decidió no responder pues ya se encontraba cerca de la cafetería en la que habían quedado de verse.

-¡Al fin llegas!- reclamó la morena

-Lo lamento, tuve cita otra vez en la clínica- le informó la castaña -Un té por favor- le pidió al mesero que se acercó

-Linda, ¿Estás segura de querer seguir con eso?- cuestionó confundida

-Completamente- alzó una ceja -No entiendo porque ahora dudas si tu misma fuiste quien me dió la idea-

-¡Era una broma, Hermione!- le alzó un poco la voz -¡Te lo tomaste demasiado personal!, no creí que realmente fueras a hacerlo- rodó los ojos- Además no hay como lo natural, es gratis y más delicioso- sonrió alzando los hombros

-No tendré un bebé con un ligue de una noche y tampoco pienso esperar toda la vida por el príncipe azul, ya tengo casi treinta y seis años, quiero criar un hijo,  no un nieto- le trajeron el té -Gracias-

-Yo pienso que te estás apresurando, aún eres jóven, disfruta la vida, además llevas con esa idea desde hace un año y ya tuviste dos intentos fallidos-

-Con el primero no se logró la inseminación y en el segundo...- hizo una breve pausa  -Bueno, tú ya sabes lo que pasó- expresó inclinándo la mirada con semblante triste, su amiga bajó la guardia

-Precisamente por eso, haber perdido un hijo en el vientre no debe ser fácil, talvez deberías esperar un tiempo o desistir de someterte de nueva cuenta al proceso-

-Ya hice la cita para mañana, será mi último intento, si no se logra es porque definitivamente el ser madre no es para mi y entonces comprenderé que debo olvidar esa idea y enfocarme en otras cosas-

-Como en tu trabajo por ejemplo, eres la mejor agente publicitaria en esa empresa, tanto así que las mejores marcas del mercado te están buscando para que trabajes con ellos-

-Si pero no puedo defraudar a Devon, ha sido demasiado bueno conmigo como para abandonarlo ahora que la empresa está en su mejor momento-

-Y todo es gracias a ti- sonrió orgullosa -Oye ¿Por qué no le dices a Devon que sea el padre de tu bebé?- la castaña casi escupe su té al escucharle -Quiero decir, es bien parecido, inteligente...- fue interrumpida

-¡Y es mi jefe!- puntualizó con tono enfático

-Con mayor razón, imagina tener un hijo con un millonario, tú y tu bebé tendrán la vida resuelta- levantó la mirada imaginando lo que decía, la castaña hizo un ademán como si reventara una burbuja que se había formado sobre la cabeza de la chica

-Por supuesto que no, ¿Cómo voy a ir con mi jefe para decirle que quiero que sea el papá de mi bebé?, ¡Qué locura!, además pensará que lo hago por interés, sobre todo los compañeros del trabajo-

-Hablando de eso, me dijiste por llamada que tendrías un nuevo compañero para una campaña publicitaria de perfumes, ¿Cierto?- apuró su café

-Así es, según Devon, llegará en unas semanas y trabajaré con él unos meses hasta que termine la campaña-

-Estoy segura de que harán un gran trabajo- alzó su taza para brindar, la castaña imitó su acción -Sigo pensando que debíamos haber ido a un bar- ambas rieron

A la mañana siguiente la muchacha esperaba en la clínica, se sentía sumamente nerviosa y no podía evitar que sus piernas se movieran con ansiedad.

-Buen día señorita Granger- saludó la enfermera -El doctor está algo ocupado atendiendo a una pareja, si gusta pase para que se prepare en lo que él termina- la chica se puso de pie y entró al consultorio de al lado, la enfermera le proporcionó una bata -Según su archivo médico, ésta es la tercera vez que se somete al procedimiento, en la primera ocasión ningún embrión se implantó y en la segunda ocasión, hubo un aborto espontáneo, ¿Correcto?- ella asintió -¿Qué número de embriones desea transferir al útero en ésta ocasión?-