Parte I

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Desearía que fueras ella

"I wish you were her"

De Fearlamore

Alfa-Bet-eado

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Una de las cosas que Draco aprendió de la manera más difícil en esta vida es que las cosas nunca salieron como él quería. Nunca. Harry Potter no le estrechó la mano. Draco no fue el mejor de su clase como se esperaba y como él deseaba. No era el mejor jugador de Quidditch que existía, tampoco el más rápido. No fue Campeón de los Tres Magos a la edad de catorce años. Tampoco se tomaron en consideración sus talentos como mago como les sucedió a otros.

Cuando Draco pensó que finalmente era su oportunidad de brillar y enorgullecer a su padre, la vida le mostró que siendo joven uno no tiene la madurez que cree tener. Ni el poder. Draco se consideraba cruel y dispuesto a servir a su Señor, la criatura repugnante y vil que lavaba el cerebro de los magos para que siguieran sus pasos; y se demostró que estaba equivocado cuando falló en su tarea, intento tras intento. Le provocó malestar estomacal y le impidió dormir. Sin poder sentir nada más que desesperación y sintiéndose incapaz de pedir nada, ayuda o consuelo. Nadie estaba ahí para él. Severus lo intentó, pero Draco lo alejó para quedarse solo incluso si necesitaba desesperadamente a alguien.

La guerra comenzó por su culpa. De una forma u otra, él fue el catalizador de los eventos que siguieron: él condujo a magos malvados a Hogwarts y dejó que Severus asesinara a Dumbledore. Él era el peón negro en una partida de ajedrez que debía ser sacrificada, por la victoria o por el castigo, no importaba. Al final, la vida tenía otros planes.

El día en que Hermione Granger fue torturada en el suelo de su ancestral casa fue su punto de ruptura. Noche tras noche, incluso después de que la guerra hubiera terminado, él soñaba con sus gritos y súplicas; recordaba su valentía y cómo soportó el dolor por un bien mayor, mientras él era el cobarde que no hizo nada. Él nunca hizo nada.

Nada grande.

Nada bueno.

Nada.

Ni siquiera durante su condena en Azkaban hizo nada para protegerse. Asimiló las acusaciones, dispuesto a ser castigado. Su madre lo cuidó a su manera, mintiendo entre dientes y salvando a su hijo de pasar años en una celda. Harry Potter lo cuidó, incluso cuando Draco no lo merecía, testificando a su favor. Hermione Granger se hizo cargo de él llamando a Draco un heredero sangre pura malcriado y grosero que se encontró enredado en un juego de adultos, como ellos, dijo.

Desearía que fueras ella Parte II *Traducción*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora