Llegó el sábado, me bañé, perfumé, vestí, peiné, entre otras cosas. Lo único que deseaba era verme bien para él. Llegué con diez minutos de anticipación, me senté y comencé a mirar mi celular contando los segundos para que él llegara y poder ver sus hermosos ojos. Y llegó. Lo miré en la entrada con el hostess. Quise verme un poco más casual y no tan desesperado por convivir con él, pero creo que logré todo lo contrario. Llegó y me saludó:
—Hola Alessandro, me alegro de verte. ¿Comenzamos con los detalles?
Yo no quería hacer nada de eso, solo quería platicar con él, conocerlo y saber más sobre su pasado y lo que espera del futuro. No había pensado en qué hacer. Sinceramente, no tenía planeado hablar sobre las flores de su boda.
—¿Te gustaría ordenar algo? Pide lo que quieras, yo invito —solo quería hacer tiempo para pensar en qué detalles debía afinar.—Claro... —comenzó a decir su orden al mesero mientras yo borraba los datos de la compra de las flores en mi laptop.
—Lo siento mucho, espero no irrumpir en tus planes de hoy. Sin embargo, los datos han sido borrados de mi laptop y necesito que me des los datos de nuevo fue inteligente, comenzó a hablarme sin parar y yo comencé a anotar y tomar datos y diseños del centro de mesa.
De pronto el ambiente se torno algo incómodo, ocurrió un silencio que me pareció eterno.
—Mmmm, ¿cuánto tiempo llevas con Ottavia? —fue lo único que pude decir.
—La conozco desde que somos niños, y pues junto con nosotros crecía nuestro amor— No negaré que esto último me dolió bastante; sentí enojo, ¿o envidia? No lo sé, solo sé que no podía dejar de pensar que yo quisiese haber sido ella, esa persona que durante años ha estado a su lado, y que se enamoró de él en cada una de sus facetas. En cambio, yo me enamoré estúpidamente y a primera vista. Lo conozco hace casi una semana, pero parece que lo he visto en mis vidas pasadas.
—Me alegro por ti, Ottavia tiene pinta de ser una muy buena mujer y seguramente te hará feliz—. Fue un vano sentimiento de impotencia al saber que no podría hacer nada para evitar el amor de ellos dos.
—¿Y por qué lo dices así?— lo dijo en un tono de burla.
—¿Así cómo?— pregunté.
—Pues triste, como si te decepcionaras de mi matrimonio—. Quería decirle la verdad, que yo quería ser ella para poder casarme con él, que yo quería ser con quien compartiera el resto de su vida.—No, no para nada, es solo que estoy cansado, tengo mucho trabajo y estoy emocionado por mi boda—. Me estoy cansando de mentir. Pasaron las horas, seguimos con la plática, me contó más de él y de su pasado. Me encantó verlo reír, disfruté el tiempo.
Después de eso, seguimos hablando durante un tiempo. Me contó sus pasatiempos y demás; pude conocerlo más a profundidad y eso fue algo que amé. Lamentablemente, todo lo que comienza tiene un final, y este almuerzo, que a la larga se convirtió en comida y con un poco más de tiempo llegó a la cena, dio su fin.
Me sentía feliz, feliz de que mi plan había sido todo un éxito. Nos conocimos más y pudimos encontrar muchas cosas en común.
—Te veo la próxima —eso dijo él, dándome a mí un poco de esperanza.
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El fruto prohibido
FanfikceAmadeo es un joven cristiano que está apunto de casarse con Ottavia, su amiga desde la infancia, está enamorado, pero un día desafortunado confundirla a su corazón al conocer a Alessandro prometido de Gretta, Gretta es prima de Ottavia, estos dos se...