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El rojo de la sangre manchando todo el lugar, lo unico que se podia ver era el rojo carmin de la destruccion encarnizada del mundo, pues no muy lejos de la vista divina, por esos los paisajes de Oriente, en una cosa de Iran o arabia Saudita.                                                             

En un  Simún caliente, lleno de ira, una bestia engreida, y llena de un apocaliptico poder, siendo un poderoso leopardo de siete cabezas, con siete cuernos de plata y garras de bronce, el cual levantaba la arena del desierto con sus musculosas alas de aguila, manchando a la multitud del lugar.

Sonriendo, un pelirrojo vio el desierto con falso temor.

*Es imposible, esto no estaba escrito* murmuró una celestial figura, la cual veía al leopardo salir atacar a los grupos celestiales e infernales por igual.

*todos moriremos, es simple* dijo una mujer, vestida de verdad, la cual dejo que anillos dorados calleran al suelo, manchandose con la arena.

*enserió no hay nada que puedamos hacer para evitar esto* fingio Preocupación, estando con las dos figuras celestiales.

Volteando, las dos figuras vieron a un ser oscuro y despreciable.

El cual venia a ellos en su oscura desnudez, manchada de sangre y piel escamosa como de serpiente.

*Anoj ¿Quién es el?*  pregunto una de las figuras, presumiblemente femenina dado a su vos más aguda.

La figura celestial, la cual llevaba unas cadenas doradas con punta de flechas volteo, con sus ojos de celeste azul tonandose dorados.

Siendo lo único que vio un pequeño cordero blanco, el cual se acercó más y más revelando una aura oscura y colmillos alargados.

*Un demonio, Miriam* hablo Anoj, antes de ser callado por una ola de arena, impregnada en el olor de la sangre y muerte.

*todo se perdio eh* hablo el pelirrojo, sentándose en el borde de la peña en la que estaban.

*realmente es el fin y nada más* hablo antes de voltear, para poder ver a Miriam, quien se sentó alegada de él.

*oh vamos, no muerdo* hablo el pelirrojo, antes de voltear nuevamente a la vestia.

*es realmente increíble que esto simplemente vaya a termina* hablo, mientras Anoj finalmente decidió soltarse con el demonio, es decir ¿que más le quedaba? Estaban prácticamente muertos de todas maneras.

*nada puedo contra eso, sabías que esto pasaría tarde o temprano*  le dijo Anoj, mientras el demonio solo asintió.

*por lo menos tuvimos una buena vida* Miriam hablo.

*pudo haber sido mejor* hablo el pelirrojo, antes de tomar uno de los anillos dorados del desierto.

*no creo que debe..* hablo miriam, antes de ser atravesada en la garganta por una barra carmin.

Y antes que Anoj pudiera reaccionar, sus cadenas ya lo tenían atado como si fuera una vil bestia demoníaca.

Siendo seguidamente atravesado por varias barras de metal en sus hombros, muslo puernas y antebrazos.

Para luego de sacar las cadenas de este voltear a Miriam, quien estaba tirada en el suelo, pateando su cabeza, Naruto dejo que su cuerpo se bañara en la samgre semi divina de la mujer elegida por Dios.

Saltando de la peña, el pelirrojo empezo a caminar por el desierto, mientras fuego rojo y negro empezaba a cubrir su manos y pies.

Quemando su piel totalmente mientras marcas se revelabam en su piel y simultaneamente levantaba las manos.

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⏰ Última actualización: Jun 28 ⏰

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