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Gyokko estaba hablando por teléfono con su madre, hace algunas semanas se había mudado al Departamento de Akaza con ayuda de Kaigaku, de esa forma estarían más unidos y sería más fácil reunirse en Japón.

-Tranquila mamá, estoy bien, Akaza es un buen muchacho, aunque muy enojón- los suspiros de su madre detrás del teléfono le hicieron reír.

-No me pidas que me calme, aun no confío en esos muchachos, si te deje ir fue porque insistías demaciado en ello y porque los padres de ese muchacho Kaigaku son figuras públicas muy respetadas- una gotita de nervios bajo por la frente de Gyokko -Nunca me contaste sobre esos amigos, así que es extraño.

Obviamente su madre se había preocupado mucho por el y casi llamaba a la policía cuando Kaigaku le llamó para pedirle su debido permiso, asegurando que se trataba de una banda de secuestradores y querían a su hijo para vender sus órganos en el mercado negro.

-Ya, pero ese no era motivo para tratar de criminales a Kaigaku y al resto- un sonido de inconformidad le hizo reír aun más.

-Bueno, pero es que una madre no se puede preocupar por su hijo?- bueno, su madre tenía un punto.

-Te ofrecí que vinieras conmigo y no quisiste, aun estas a tiempo de venir si deseas, sabes que mi próximo destino será la UA- Su madre estaba a nada de caer rendida en el sofá de la sala.

-Eso está muy lejos de México, seguro será muy costoso para tus amigos y no quiero causar molestias, además no se hablar el idioma- su madre nunca cambiaría, siempre encontraría una excusa.

-Tu boleto se ofreció a pagarlo Michikatsu, además puedo enseñarte el idioma- estaba doblando algunas camisas que acababa de sacar de la secadora.

-Cierto, tu amigo Akaza te enseño el idioma, dijiste que era un amigo que conociste en la escuela y que era de intercambio- odiaba mentirle a su madre, pero no podía contarle la verdad, no quería ver su rostro decepcionado al saber lo que en realidad era su hijo.

-Así es, me gusto mucho reencontrarme con él, pero volviendo al tema sabes que mi siguiente destino es Japón, quiero que estés conmigo, no quiero dejarte sola- el rostro de su madre había mostrado duda por algunos segundos.

-Esta bien, voy a pensarlo pero no lo prometo, de acuerdo?- y eso fue suficiente para alegrar el resto de su día.

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aigaku estaba en videollamada con sus padres, a pesar de no poder estar cerca por su trabajo siempre le llamaban para no poder la comunicación, además era divertido hablar con ellos, pues por su trabajo siempre tenían algo nuevo que contar.

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⏰ Última actualización: Jul 04 ⏰

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