woman HOTD (omegaverse)

Les dices que son muy grandes 🔥

Parte III:

Helaena Targaryen:

Demasiado tímida por tus palabras, el cuerpo de tu amada tomo un tono rojizo, y con una mirada de sorpresa y vergüenza oculto su rostro en el hueco de tu cuello tímidamente mientras tumba su cuerpo pequeño y regordete sobre el tuyo.

Te reíste ante sus acciones, tu esposa era un caso especial, y como amabas que lo fuera. Helaena era tan distinta al resto de su familia, lo único que consideras en realidad.

Acariciando la suave carne de su espalda rojiza, arrullaste a tu amada con cariño, susurrando dulces palabras de amor en su oreja.

---“ cariño, no eres adorable? Mírame, helaena. Yo soy tu mujer, y me perteneces tanto como yo a ti...quiero adorar hasta el último rincón de tu cuerpo...”---

Separándose un poco de tu cuerpo, Helaena te miro con timidez y un fuerte sonrojo en sus mejillas con la expresión más sumisa que haz presenciado en tu vida. Por un momento sentiste que eras el alfa en esta situación, pero eso es lo que te gusto de Helaena en primer lugar...no era como otros alfas.

Llevando tu mano a su barbilla, acariciaste su labio inferior con con delicadeza mientras tus ojos estaban negros de deseo por tu amada; quien cerro sus ojos en sumisión ante tu mirada profunda.

Depositando un suave beso en sus labios carnosos, casi juraste poder escuchar los latidos de Helaena en su pecho. Idea que pronto se descartó cuando antes de que pudieras separarte del besó, la Targaryen hambrienta profundizó aquel beso necesitada de tu afecto y toque.

Complacida, tu esposa fue como una masilla en tus manos atrevidas que tocaron sus muslos hasta la carne tierna de su trasero; apretándolo para escuchar un pequeño gemido ahogado entre besos salir de la garganta de Helaena.

---“¿No debería ser yo quien lo haga?”---

El tono chillón en que sus palabras se escucharon no fue intencional pero una risa burlona se quedó tu pecho. Recorriendo sus anchas caderas, la Targaryen se estremeció de placer mientras de su polla erecta y gorda se filtraba líquido preseminal que caí caliente sobre tu vientre.

Con delicadeza giraste sus cuerpos sobre la cama dejando a tu esposa boca arriba con una expresión confundida.

---“ No..no lo creo, mi dulce soñadora”---

Murmuraste con la voz ligeramente, y dejando un beso sobre su frente subiste sobre su regazo con ambas piernas a un lado de su cuerpo entrelazando sus manos suavemente. Frotando lentamente tu intimidad húmeda y caliente contra su polla, ambas dejaron escapar un gemido vulgar de sus labios.

Meciendo las caderas de manera provocativa, fuiste bajando por toda su longitud. Sintiendo como poco a poco las capas dentro de ti quemaban con un ardor placentero, los gemidos de Helaena fueron un manjar para tus oídos y sus expresiones sumisas llenas de placer te hicieron soltar un bufido ronco al parecer que eras tú quien la penetraban.

Realmente te hizo hinchar el pecho con orgullo por ello; al llegar a la base de su pene suspiraste con alivio y tomando las mejillas húmedas de lágrimas de tu amada al sentirse muy estimulada te diste cuenta de lo realmente sensible que resultaba ser.

También suspiro temblorosa, conteniendose de soltar su semilla cuando tus paredes la abrazaron con demasiada fuerza.

---“ Yo no.. es..es que siente tan cálido...”---.

Escuchar a la Targaryen era realmente un deleite para ti, apenas podías creer que ahora solo fuera tuya, te pertenecía y eso era un hecho de sabias muy bien.
La sonrisa en tus labios fue inevitable, hipnótico era presenciar su expresión llena de placer ante tan poco dar.