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"Aveces solo necesitas unas deliciosas galletas para relajarte, Edu"."Que las galletas se jodan, te deseo a ti, Jon!"
____________________________________________________________________{Narrador Fantasma👻}
Era una mañana normal como cualquier otro día, el cielo nublado y el silencio tranquilo.
Eduardo apenas se despertaba, bajando de la cama y poniéndose sus pantuflas para caminar hacia la cocina. El español abrió el refrigerador, sacando un cartón de leche para dejarla en la encimera y servirse en un vaso de cristal.
El olor dulce de aquellas galletas llegó a su nariz apenas abrió el horno, agarrando la bandeja fría y dejándola encima de la estufa; Eduardo no espero más y empezó a comer las galletas, saboreando el delicioso sabor a chocolate amargo. Su favorito.
Eduardo se perdió en el amargo y dulce sabor en su boca, tanto que no noto la dulce presencia de su compañero y amigo.
Jon-. Buenos días, Edu...- Jon murmuró somnoliento, acercándose a Eduardo y recostando su cabeza en el brazo del español.
Eduardo se sorprendió al principio, casi atragantando se con la galleta. Eduardo miro a Jon y suspiro, dejando la galleta mordida en la bandeja y moviendo sus brazos debajo de los muslos de el ingles, levantando lo con cuidado.
Eduardo-. ¿Dormiste bien, Jon?- Pregunto con su típico acento español, sosteniendo a Jon con un brazo mientras que con el otro volvía a comer galletas.
John asintió un poco mientras enterraba su rostro en el hombro del español, olfateando un poco la colonia de Eduardo antes de hundir su rostro en el cuello de Eduardo, disfrutando del olor de la colonia.
Eduardo-. Hey, cálmate...- El español murmuró algo burlón, insertando el último pedazo de galleta en su boca y volviendo a guardar las demás en el horno.
A paso lento Eduardo camino a la sala de estar, sentandose con cuidado en el sofá cafe mientras que dejaba a Jon descansar en su regazo. Estos momentos eran tan tranquilos, demasiado para aquellos amigos que peleaban constantemente en el pasado.
El silencio inundo unos momentos la sala de estar, hasta que el rubio entro en la sala, sentandose alado de Eduardo y bostezando.Mark-. Buenos días...- Murmuró aquel hombre de acento "extraño" para Eduardo, quien solo saludo con un simple tarareo.- Entonces... ¿Hoy trabajaras?-
Mark pregunto con curiosidad.
Eduardo-. Tal vez, ¿Por qué?- El español alzo una ceja, mirando de reojo a Mark pero manteniendo su atención principal en aquel aburrido canal de televisión el cual apenas era audible ante el bajo volúmen.
Mark solo se encogio de hombros, murmuró un simple "Curiosidad...". Mark volvió a centrar su atención en la televisión, abrazando sus rodillas contra su pecho.
La lluvia afuera era suave, con las gotas cayendo lentamente por las ventanas de cortinas abiertas para dejar entrar la luz natural. Y ni hablemos de la cómoda calefacción que mantenía una temperatura tan relajante en el hogar.{•🍪☕•}
Eduardo se colocó su chaleco, agarrando sus llaves y su cartera para poder salir al trabajo. Pero antes de tratar de abrir la puerta fue detenido por la voz de el Ingles, quien se acercó rápidamente para entregarle a Eduardo su lonchera negra.
Jon-. ¡No olvides tu lonche, Edu!- Jon dijo con una amigable sonrisa, sosteniendo la lonchera cerca de Eduardo.
Eduardo puso una pequeña sonrisa, agarrando con cuidado la lonchera y plantando un beso en la frente de Jon.
Eduardo-. Cuida de Mark y no salgan tanto, hace un frío infernal. ¿Ok?- Eduardo explico, abriendo la puerta.
Jon asintió rápidamente, mirando como Eduardo se marchaba a su trabajo. Lo último que escucho fue el motor del automóvil alejarse poco a poco... Y Jon empezó su rutina diario.
"¡Número uno, limpiar la casa!".
Jon suspiro cuando termino de trapear la casa, mirando lo limpio que había quedado.
"¡Número dos, limpiar los platos!"
Jon agarro la esponja con jabón, limpiando cada plato utilizado en el desayuno, y acomodando los con precisión en el escurridor. Una tarea fácil y que no le tomo tanto tiempo en acabar.
Las demás tareas fueron las normales, poner la ropa en la lavadora o secadora, limpiar su habitación y ordenar su cama, y preparar un pequeño snack para Mark quien ya se había encerrado en su habitación a hacer su trabajo en línea.
Jon se sentó en el sofá, soltando un suspiro mientras miraba el reloj de la pared, apenas eran las dos de la tarde y aún tenía demasiada energía por usar. Jon pensó en que podría hacer para entretenerse en los que Eduardo llegaba a casa o Mark terminará su trabajo.
Una idea vino a su mente, ¡Coser! Claro, agarro hilo, aguja y empezó a coser lo primero que viniera a su mente.Una bufanda era buena opción para estos fríos, ¡Y que mejor que usar los colores favoritos de sus amigos! Verde oscuro, morado, y por qué no, unos toques de azul también quedarían bien.
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La tarde había caído rápidamente, con el sol pintado de suaves colores anaranjados y rosas, y las nubes más bancas que antes pero aún goteando agua.
Jon dormía pacíficamente en el sofá, con aquella bufanda verde con detalles azules cubriendo su regazo, proporcionando algo de calor. La puerta fue abierta silenciosamente, con algunos sonidos antes de una pequeña risa presente en la sala de estar.Eduardo-. Otra vez dormido en el sofá, ¿Eh?- Eduardo comento burlón, con mucho cuidado apartando la bufanda y tomando a Jon en sus brazos, y así poder dejarlo en su habitación; arroparlo y dejarlo dormir en la comodidad de las sábanas antes de volver a su propia habitación a descansar después de un largo día de trabajo.