"Hace frío..."
"¿Quieres una manta?"
"Nah, tu presencia es más cálida que una manta."
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Otra mañana fría, Jon preparaba tranquilamente el desayuno después de haberse dado una ducha caliente; ahora portando la cálida pijama que le regaló Eduardo.
El sonido de el huevo hirviendo junto a el aceite era el único ruido presente en la cocina, Jon trato de recordar cuántos huevos prefería cada quién.Tres platos colocados en la mesa, cada uno con diferentes porciones de la deliciosa comida del Ingles, quien preparaba el café para sus amigos.
Un café negro amargo para Eduardo, un té con azúcar para Mark, y un café frío para el.Jon se sentó en silencio en la mesa, dando un pequeño sorbo a su café frío mientras miraba en silencio su teléfono, revisando cualquier red social o simplemente mirando notificaciones recientes.
Jon rápidamente bajo su teléfono cuando escucho pasos en las escaleras, mirando a Mark entrar en la cocina, aún somnoliento.Jon-. Buenos días, Mark-. Jon dijo con una suave sonrisa, recibiendo un buenos días por parte de Mark, quien se sentó en la silla y tomo un sorbo de su té.- ¿Y Eduardo?, ¿No bajara a desayunar?-. Jon pregunto con curiosidad.
Mark se encogió de hombros mientras empezaba a desayunar en silencio, comiendo aquella tostada acompañada de huevo revuelto. Jon suspiro, empezando a consumir su desayuno.
En pocos minutos el Español ya estaba bajando las escaleras, bostezando con pesadez mientras su mano ya hacía bajo su camisa, apartando la comezón de su torso.
Eduardo se sentó alado de Jon, tomando un sorbo de su café negro.
-"Buenos días, Edu"-. Jon saludo cálidamente, dando un mordisco a la salchicha cocinada.
Eduardo en cambio, soltó un zumbido algo ronco, empezando a comer las tostadas con aguacate que ya hacían en su plato.
El silencio reino en el comedor, con uno que otro ruido proveniente de los tres hombres. Mark fue el primero en terminar de comer, levatandose de su asiento y limpiando sus cubiertos utilizados antes de irse a su habitación a arreglarse.
Eduardo y Jon ya hacían dolor mientras terminaban de comer, el Español mirando de reojo a el Inglés. John termino junto a Eduardo, levatandose y limpiando los cubiertos de los dos mientras el Español lo abrazaba por detrás.
-"¿Hoy trabajaras?"-. Jon pregunto con curiosidad.
Eduardo negó rápidamente, con su rostro escondido en el cabello de Jon, absorbiendo aquel delicioso aroma a coco de el shampoo utilizado.
-"¿Tomaste el día libre?"-.
-"Si, solo quiero pasar tiempo contigo mientras Mark sale... Ya sabés"-. Eduardo confeso en voz baja, sus manos palpando suavemente el vientre de Jon por debajo de la camisa.
Jon soltó un zumbido, acomodando los platos en el escurridor y secando sus manos y el alrededor del fregadero con un trapo seco.
-"¿Quieres hacer algo?"-.
-"Podemo-... ¿Puedo hacer un retrato tuyo? Por favor, no he usado mis pinturas hace unas semanas"-.