"—¿Por que? Por que me pasa esto? Me pregunte una vez mas sin embargo, Mi duda no fue resuelta. ¿Desde cuando empecé esto?...desde cuando empecé esta Utopia? Ah...si...ya se cuando comenzo todo."
Ren. - 6 años de edad, 1036 — Oficina de Rafael. |16:25pm |
"—¡Pero yo lo quiero, Papá!" — Este era el noveno berrinche del día, ¿De que se trataba esta vez? Un nuevo sirviente que Ren decía necesitar, Siempre utilizando la misma excusa. Rafael, el padre de Ren biológico de Ren, ya estaba harto de siempre escuchar esos caprichos desde que la madre de Ren murió no sabía que mas hacer con el.
Asi que decidió tomar medidas por su propia cuenta. ¿Que decidió el? Bueno...algo así como una especie de "Castigo"... Mandandolo a encerrar a su habitación sin ninguna comunicación y para tragedia de Ren, fue azotado múltiples veces por su padre, quien apenas le daba de comer."—Oliver...¿Mi papá me quiere verdad?..." —Hablo con unas lagrimas en sus ojos que amenazaban con salir y desbordarse sin control alguno.
"—Te mentiría si te digo que si, pequeño..." —Abrazándolo, teniendolo sentado en su regazo. "—Pero oye...no llores....al menos nos tienes a nosotros...Yo siempre voy a cuidarte, entendiste?"
"—Si..." —Abrazándolo con fuerza, sin querer separarse ni un solo minuto de el, Oliver era el que siempre acompañaba sus llantos, siendo como un padres adoptivo para Ren...
Ren, tuvo que soportar esto durante 8 años seguidos, cada vez mas disminuyendo esa actitud que tenia, que para su padre era revoltosa y nada etica.
Un día, Ren harto de los constantes castigos de su Padre, decidió escapar, siendo así que en su travesía, se tropezo con Alguien....un niño mayor que el..."—¡Ay!" —Un quejido salió de sus labios, alzando levemente la mirada para ver de quien se trataba. No reconoció al Joven asi que lo trato como cualquier otra persona notando que estaba bien vestido. — ¿Quien eres y porque te encuentras aquí?..."
"—Oh, mucho gusto....Mi nombre es Matthew." — Extendiendo una mano a manera de un saludo formal, la cual fue estrechada por Ren.— ¿Quien se supone que eres?"
"—Ren..." — Soltando el apreton de mano para luego colocarse ambas manos detras de la espalda. Mirándolo de arriba a abajo con algo de superioridad."—¿El señorito Ren? Vaya....lo imaginaba mas...Señorito?¿" — Hablo con un tono de voz algo incrédulo, mirandolo también de pies a cabeza, era Claro que Ren no tenía el mejor cuerpo, pero debido a lo poco que comía tenía un cuerpo algo....¿Femenino? Pero sobre todo delgado, Claro, por la ropa que usaba no se notaba del todo, Ya que Ren siempre intentaba lucir deslumbrante.
"—Como mas....Señorito?¿" — Mirandolo con extrañeza. — "—Si...ya sabe...algo mas digno de si mismo, ya que despues de todo, usted es un Principe." —Hablo con cierta ironía, sonriendo de manera ladeante como si quisiera provocarlo, pero no se sabia en que exactamente."
"—Mi ropa es lo suficientemente digna de mi mismo, al contrario de la suya, demasiado anticuada, con un mal bordado... Y un tono no favorecible a usted." —Cruzandose de brazos, acercandose a el de una manera algo desafiante. "—Vaya...no tenía idea..." —Forzando una sonrisa "—Si es tan buen observador por que no mejor me mira a mi?" — Atrapando a Ren, alzando su mentón con delicadeza concuna sola mano, mientras que la otra estaba apoyada en su cintura. "—Yo no observó a personas sin criterio por como van a lucir." — Mirandolo directamente a los ojos, frunciendo un poco su mirar, vacilando un poco. "—Me caes bien." —Sonriendole. "—Usted a mi no," —Dandole un par de Palmaditas a su mejilla, soltandose de su agarre, para volver a mirarlo. "—Es una pena..." —Tomándolo de nuevo de la cintura, apoyándolo contra un ventanal. "—Creo que te volviste algo que quiero tener para mi." —Abrazándolo de cierta manera posesiva, a lo cual Ren se dejó, abrazándolo de igual manera...era la primera vez en la que se sentía querido por alguien....tan deseado por alguien...
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-_* 𝙴𝚕 𝚖𝚊𝚕 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚛𝚘𝚜𝚊𝚜 *_-
FantasyRen, el 3er hermano de la Familia Dvladir D' Rose, al que se le exigía mas de si mismo que sus otros 6 hermanos. Tantas desilusiones, tantos fracasos, tantas exigencias, tantas mentiras... llevaron a Ren en su corta adolescencia a ser lo que todos...