Esta emoción que desprendo al verlo saltar tan decidido a su objetivo, sintiera que soy yo la que está intentando bloquear al equipo contrario cuando sé que mis brazos fácilmente se desprenderían de su lugar si intentara bloquear tal remate de gran magnitud.
— Son unas bestias - escuche susurrar a mi amiga que me acompañó a ver el partido de hoy — pero debo admitir que se mueven de maravilla - sonrío coqueta y solo me limite a reír ante su comentario. Vaya que no se equivocaba.
Si me pongo a analizar la situación de quienes podrían ser más bestias entre ellos y yo, sin duda me escogería a mi misma. Tengo en claro que ya soy una adulta decisiva de mis acciones y palabras por eso mismo arrastre a mi amiga conmigo a mirar el partido de aquel rubio, por casualidad me entere que se encontraba en un equipo deportivo y no solo eso ¡jugaba de manera profesional!
Sin duda fue realmente sorpresivo cuando nos enteramos, he de admitir que el chico mantenía un gran físico pero mi cabeza se fue a lo mas básico y concluyó que fue puro producto de gimnasio y creatinas como lo manejaban todos los chicos.
— Están a un punto de ganar - sentí mi brazo derecho siendo agitado sacándome de mis pensamientos volviendo mi atención al partido que se presentaba frente a mi.
Los chicos se encontraban totalmente sudados y agitados pero eso no fue suficiente para hacerlos caer, tanto era la ambición de ellos ganar que con un gran bloqueo entre dos personas fue suficiente para cerrar el partido.
Dando victoria a los Sendai Frogs.
La castaña celebró la victoria junto a su amiga como si ellas fueran las que estuvieran dando todo el sudor y cansancio en la cancha.
— ¿Iras a felicitarlo? - pregunto la azabache a su castaña a amiga quien solo miraba al rubio celebrando con su equipo.
— No lo creo, no somos tan cercanos - contestó provocando que la azabache rodara los ojos. — Tal vez lo haga cuando reciba una invitación directamente de su parte y no solo colándome como una fanática - finalizo soltando una risa burlona la cual su amiga acompañó.
— Eres todo un caso - comentó sonriendo y ambas emprendieron su camino hacia la salida del estadio. — ¿No tienes antojo así como de unos drinks? Ver tanto hombre sudado y musculoso me dio mucha sed - dijo la azabache recibiendo un asentimiento de su amiga.
Ambas se dirigieron hacia su lugar favorito para beber, siempre aprovechaban la oportunidad de pasar tiempo juntas ya que la carrera de cada chica consumía su tiempo dejándolas sin oportunidad de convivir todos los días.
Gi, la nueva fanática de los Sendai frogs se encontraba estudiando odontología iba a mitad de la carrera y su desesperación actual era conseguir pacientes para cualquier tratamiento. Había días en donde le tocaba rogar a los estudiantes de otras facultades para que se dejaran atender sino quería reprobar su clínica.
Por su parte Risa era una chica ingeniera, dando todo de su cabeza con cálculos y planos para futuras obras arquitectónicas. Esas ojeras y horas sin dormir que llegaba a cargar son una muestra de su gran trabajo.
— ¡Risa! - Alzó la voz la castaña tapando inmediatamente su boca con sus manos al darse cuenta que estaba casi gritando — No me lo vas a creer, enserio vas a quedar impactada.
— ¡Deja de provocarme y suéltalo ya!
— Atsumu es un completo sin vergüenza, poco hombre - soltó sin una pizca de vergüenza — El inmaduro está divulgando con sus amigos que el fue quien terminó conmigo ¿puedes creerlo? Lloro enfrente de mi para que no lo dejara y ahora me esta haciendo ver cómo si fuera la peor persona del mundo. - bufo tomando su trago de su martini preparado — Todavía que me porte súper bien con el para no quedar en malos termino.- volvió a bufar.