— Que pesadez.- murmure apagando la alarma de mi celular. No fue buena idea intentar mantener un ritmo de copas sabiendo que ya no conservo la misma resistencia que manejaba cuando era más joven. Después de haber pasado a dejar primero a Risa y asegurarme de que estuviera en cama llegue a mi departamento donde quede echa trizas.
Voltee a ver a la silla de mi escritorio donde se encontraba aquel abrigo que nos prestaron a noche, debía entregárselo hoy. Me acerqué a este y desprendía un olor a perfume muy rico y suave.
— Será una pena que desaparezca después de lavarlo.- murmure tomando el abrigo y echándolo a la lavadora. Aprovecharía el tiempo para bañarme y arreglarme para irme a la facultad.
Una vez lista y con el abrigo perfectamente doblado y guardado en una bolsa de cartón emprendí mi viaje en el autobús con dirección a mi facultad.
Me encontraba de nervios, anoche le había dado mi número celular al rubio pero no he tenido ni un mensaje de su parte esperaba encontrármelo por casualidad en el campus para poder entregarle su pertenencia.
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— ¡Dios! No me hagas esto por favor, te lo ruego Sofía.- murmure. Hoy se suponía que mi compañera de clínica traería paciente y resulta que anoche le habían cancelado — Me hubieras mandado mensaje anoche para ver si podía conseguir a alguien.- reproche.— Gi, si te mande mensaje, otra cosa es que pusieras atención a estos.- contesto cruzando los brazos. Saque mi celular para checar el chat que teníamos juntas y efectivamente tenía un mensaje de ella avisándome la situación. Me maldigo por no haber checado los mensajes en todas estas horas, iba a bloquear mi celular pero noté que tenía un mensaje de un número no registrado "Avísame cuando tengas tiempo para vernos" decía aquel mensaje y supuse que era el de lentes.
— No te preocupes Sofia, en un momento lo soluciono.- afirmé sonriente mientras mis dedos se movían a gran velocidad contestándole al rubio que le había hablado.
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— No, ni de broma.- fue todo lo que se limitó a decir el rubio.— Podrías pensarlo de nuevo ¿no crees?, no te tomaste ni un segundo en responderme.- dije y este solo alzo una ceja con su rostro habitual...serio.
— No tengo que pensarlo demasiado, no quiero y punto.- rodé los ojos.
— Solo es una limpieza, después de esta hasta podrías sonreír más.- comente burlona.
— Solo entrégame mi abrigo Giselle
— Ah si, lo siento, me lo he dejado en el salón ¿no te molesta acompañarme?.- comenté apenada y este solo suspiro. Sonriente emprendí camino hacia la clínica que empezaría en menos de 5 minutos. No estoy dispuesta a perder una clínica más y si eso dependía de mentir y forzar a la gente... lo haría.
— ¿Te espero aquí afuera?.- pregunto el de lentes y negué.
— No seas tímido, aquí todos somos amables y extrovertidos.- dije tomándolo de la muñeca y adentrándonos a la clínica. — Ven, ven toma asiento aquí en lo que traigo la bolsa.- lo deje sentando en una de las unidades. Estoy 100% segura que sabe lo que tengo planeado fácilmente podría detenerme e irse pero parece ser que no quiere.
— ¡Hola! Mucho gusto, soy Sofía y estaré trabajando junto a Giselle para su tratamiento, le agradezco mucho que nos regale de su tiempo.- y ahí estaba mi compañera lista para prepararlo, solamente noté como este volteó a verme molesto y solo alce los brazos haciéndome la confundida. Me preparé colocando mi indumentaria necesaria y me acerqué a él.
— Prometo recompensarte.- murmure cerca de él.
— Tengo entendido que entre colegas se recomiendan, tan mala eres que siempre tienes problemas para conseguir pacientes?.- esa mirada burlona se la quiero quitar a golpes.