Ámame sin importar como (S2) "Good Omens" (PRÓXIMO CAP TODOS LOS VIERNES)

Parte 4

-¿Y cómo voy a hacer eso?- Hago una mueca mientras pienso, observando cómo Jophiel camina a mi alrededor.

-¿No tenías hambre?- Le lanzo una mirada fastidiada, -Solo muévete de la puerta y saldremos-, intento forzar una sonrisa.

-Entiendo tus intenciones, pero no voy a dejar que sea tan fácil para ti.- Señalo con el dedo, -No seré más tu espía,- le recuerdo.

-Por ahora.- Chasqueo la lengua, noto cómo entrecierra los ojos. -¿Cómo es que lograba ver a ese demonio?- chasqueo los dedos y le coloco sus típicos anteojos, -genial, ahora veo menos que antes.- Lo tomo del brazo y lo arrastro fuera del cuarto, descendemos rápidamente por las escaleras, atentos a nuestro alrededor. La presencia de ángeles y demonios parece abrumadora. Observo a Jophiel, que lucha por enfocar la vista en medio de la multitud. Tengo la ventaja.

-Azazel.- Me tenso al reconocer a Ligur, que me saluda con un gesto. Abro los ojos, oh no. Retrocedo.

¿Ese es un ángel?- Escucho a Jophiel decir en voz baja, se dirige hacia él, pero lo detengo agarrándolo del brazo.

-Ni lo pienses.- Me muevo rápidamente para evitar al ángel, que nos mira con desconcierto, y salimos por la puerta. Sigo adelante, arrastrando al príncipe conmigo. Estoy agitado. Me siento culpable y frustrado. Nos detenemos y me apoyo en la pared, dejando que Jophiel se suelte de mi agarre.

-Vivir de contrabando no es fácil.- Se sienta a mi lado, un poco alejado. Se quita los lentes y los guarda, exhalo.

-Yo no pertenezco a ese mundo.- Mis plumas están tensas por la incomodidad. Veo que asiente y desvía la mirada.

-¿Y qué es eso?- Inclino la cabeza hacia un grupo de gente reunida. Observo cómo Jophiel se levanta para inspeccionar más de cerca, y lo sigo. Cuatro hombres se divierten y conversan, dos de ellos sostienen objetos de arcilla. Las mujeres,  posiblemente sus esposas, charlan entre sí a un lado.

-Si no me equivoco, es un juego de mesa, solían llamarlo el juego de las veinte casillas.- Escucho un ruido.

-¿Se llama así?- Asiento.

-En mi mundo, este juego ya no existe, pero lo más parecido que se mantiene son los dados. Si me permites opinar, es un simple pasatiempo. Por lo que veo, parece ser el juego de las veinte casillas.- Siento la mirada del príncipe mientras señalo los objetos, -fíjate en el tablero de madera decorado con casillas cuadradas, y en sus fichas y dados. Aunque aquí los dados sean triangulares, en mi época son cubos.- Parece sorprendido. Dos de los hombres se levantan juntos para lanzar las fichas de arcilla, intentando  meter en el agujero así sus fichas avanzan.

-No entiendo.- Lo miro, -¿Cuál es el objetivo?- El que lanzó más cerca sonríe y comparte una broma con su amigo, que lo empuja alegremente.

-Solo están divirtiéndose, Crowley, es simple entretenimiento- Él niega con la cabeza.

-Los humanos no deberían tener tiempo para ocio.- Comenta en voz baja. Abro los ojos sorprendido, y le miro fijamente.

-¡Por favor, Crowley, ¿Qué estás diciendo?!- Eso llama la atención de los humanos a nuestro alrededor.

-Es nuestro primer día libre en mucho tiempo, déjanos en paz y váyanse.- Un hombre se acerca.

-¡¿Disculpa?!- Jophiel da un paso hacia adelante, yo me adelanto rápidamente.

-Claro, nos retiramos. Disfruten su día,-  empujo suavemente a Jophiel hacia atrás, nos alejamos. -Te ves como un demonio,- le recuerdo, gruñe enojado.

-Pero sigo siendo el príncipe de la belleza. Ellos no pueden simplemente venir y...-

-Para ellos, eres solo un demonio.- Mira hacia otro lado, -si hubiéramos causado un escándalo, los guardias celestiales habrían intervenido y nos habríamos expuesto a nosotros y a ellos en un riesgo innecesario.- Caminamos juntos hacia la zona de los bazares, manteniendo una conversación ligera mientras observaban el bullicio a su alrededor. De vez en cuando, le lanzaba mirada furtiva, y veía que él me estaba mirando como si estuvieran evaluándome. A pesar de nuestras diferencias, siento que sigue siendo él y sinceramente llego a disfrutar su compañía, encontrando un extraño consuelo de perdida en su presencia.