capitulo 1 ( mi amistad con Naylah)

12 5 0
                                    

CLARKe

Salí de caza como un día cualquiera, siempre salgo a cazar algo 2 o 3 días por semana, dependiendo, también recojo frutas del bosque, cuando tengo suerte, me toca una presa grande e inofensiva, como los venados, cabras, cuando no tengo tanta suerte me encuentro con presas grandes, pero estás no son para nada inofensivas, sino que son depredadoras.

Estuve peleando con una pantera, aquel enorme felino , de pelaje negro hermoso que media mas de un metro y  probablemente pesará más de 50 kilos, espanto un venado que ya tenía a la vista, el venado salio corriendo y yo tenia que actuar, puesto que me iba a quedar sin nada, tenia un arma conmigo, una filosa espada de guerrero que Lexa me habia obsequiado hace 4 largos meses, no se que hago recordandola, aunque asi no se me olvidara nunca, la traición que me hizo.

Aquella pantera salvaje me vio y fue a mi encuentro  a atacarme, deje mi filosa espada agarrada fuertemente, entre mi pecho apuntando a la fiera salvaje, está no se percato de esto, cuando me fue atacrme, me cai por su fuerza, me clavo sus garras en ambos hombros y solo escuche un rugido de agonia, antes de que la luz de sus ojos se apagara, con la apuñalada justo en su costado izquierdo, llegando a su corazón y parte de su pulmón.

_ tu lucha se ha terminado _ dije cerrando sus ojos luego unos 2 min después, tuve que hacer mucha fuerza, para quitarla de encima de mi, ate sus patas, la envolví en una tele impermeable fuerte, resistente y como pude me encamine a la tienda de Naylah, para cambiarla por cosas que necesitaba, como comida o otros materiales de supervivencia.

Al llegar estaba sola, como siempre yo esperaba hasta muy tarde que fuera de noche, que no hubiera terricolas que pudieran verme, puesto que sabía que me estaban buscando, ella estaba allí casi que cerrando la tienda para yo poder entrar.

¡ Clarke! , viniste, déjame te ayudo con eso.

Me ayudó a colarcar el cadáver del felino en una habitación, pequeña donde tenía un montón de hielo seco, traído de la nación hielo, esparcidos en el piso, para conservar animales muertos, mientras el papa de Nayla venia a prepararlo, el era quien le quitaba la piel, luego limpiaba, cortaba y secaba su carne con Sal, para posteriormente venderlo, Nayla siempre me daba mi parte, preparada y otras cosas si las necesitaba.

_ gracias  _ dije exhausta

_   la verdad te admiro  _ no sé cómo haces, para cazar a esas bestias salvajes debes de tener cuidado.

_  supongo que es cuestión de suerte _ dije con una leve sonrisa.

Ella me preparó una canasta con las cosas que necesitaba más mi porción de carne _ aquí está todo lo que te corresponde, pero si decides quedarte, puedes llevártelo mañana.

Mi relación con Naylah se basaba, en una amistad, con ciertos derechos diría yo, teníamos intimidad, pero yo nunca me quedaba a dormir con ella, no quería que se acostumbrara, tampoco que se ilusionar conmigo.

__ de momento no, pero voy a quedarme un rato.

Ella me sonrió, se escucharon pasos cerca y yo me alerte, ella discretamente me llevo a un taburete, para sentarme y me sirvió un vaso de cerveza.

__ esto va por cuenta de la casa, por ser tan buena cliente .

__ gracias _ le sonreí y me quedé con la espada agarrada fuertemente, por si se llegara a presentar algún inconveniente.

Pasaron dos tipos, por los tatuajes y cicatrices, puede reconocer que eran del clan Azgueda Nación hielo, Naylah se aproximó a ellos, para no dejar que me vieran la cara .

_ Bue Noce benidos, por ofrer _  Naylah les hablo en idioma terrestre.

_ Buenas noches bienvenidos , que les puedo ofrecer  _ ( traductor en español)

La vida deberia ser más que Sobrevivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora