"BUENOS TRATOS Y APODOS"

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-Ya despierta, dormilón -Abrí lentamente los ojos, encontrándome con unos color miel frente a mi.

TaeHyung asomaba la cabeza entre los barrotes, tratando de verme acostado en la parte de arriba de la litera para darme los buenos días.

Aún adormilado, bostece y talle mis ojos; este se subió a la cama de Jin para al fin verme mejor, dedicándome una amplia sonrisa, como un niño pequeño.

Los buenos días que él me daba se habían
vuelto parte de nuestra rutina de la mañana antes de asistir a nuestra primera clase juntos. A las 6 de la mañana me levantaba con una gran sonrisa, insistiendo que me apresurara a bañarme para él continuar.

TaeHyung se levantaba desde las 5 de la mañana desde que su problema con el sueño comenzó, decía que le costaba terminar su ciclo completo de sueño, por lo que tuvo que comenzar a distraerse con otra cosa para poder agotar a su cuerpo para esa noche, así sucesivamente.

En cuanto su alarma sonaba él salía
disparado a salir a correr al campo unos
45 minutos para así, llegar a tiempo para
despertarme, teniendo que esperar sudado a qué yo terminará mi rutina para empezar él.

Habían pasado un par de semanas desde
que decidimos volver a compartir habitación con Jin. El que él me pidiera una segunda oportunidad para volver a comenzar había alterado mi química mental, moviéndome completamente el piso.

Desde la primera noche todo cambió. Las
atenciones que él me daba de amabilidad,
de preocupación, realmente me asustaban.

Su cambio radical de comportamiento era
extraño, no era el TaeHyung que normalmente conocía.

El chico gracioso, feliz y risueño que me
demostraba no encajaba con el malencarado que fue alguna vez saliendo de esta habitación. No podía creer que fuese el mismo, para mí eso no era algo bueno, la ansiedad en mi cabeza me hacía creer únicamente que era así conmigo porque continuaba con esa culpa que lo atormentaba.

Cuando él me pidió la mano para volver
a empezar, dudé en tomarla. Así son las
relaciones tóxicas, ya sea de parejas como de amistades, al volver continuamos dentro del mismo círculo de daño, se convertía en un ciclo interminable. Y eso no quería.

Aunque Jin me dijera que veía algo
diferente en TaeHyung, no me dejaba del todo tranquilo.

Por días estuve escondiéndome de TaeHyung  evitandolo y buscando a toda costa en desaparecer completamente de su vida.

En cuanto lo logré, saqué todas mis
pertenencias de la habitación para irme a
refugiar con los chicos en un tipo de pijamada larga. Todo ese tiempo utilice la cama vacía que tenían del miembro faltante de ellos, para así no darles ninguna molestia.

Disfrutaba estar en paz por un tiempo con
ellos. Siendo sincero, en todo ese tiempo
nunca me preocupé por TaeHyung, ni siquiera pasaba por mi mente. Mi corazón estaba sanando solo de esa humillación, aun a pesar de que en ocasiones me encontrará con la mirada de asco de su pareja por el pasillo, nada era diferente.

Desgraciadamente hace unas semanas
cuando volvimos a coincidir en el edificio de nuestra carrera, todo se había ido un poco al caño para mí.

Hasta ese momento no había apreciado lo mal que me tenía esta situación. Al ver su espalda al final de la escalera entré en pánico. Pensé seriamente en dar la vuelta pero fue inutil.

No esperaba tampoco que nuestra
conversación después de días fuera tan
amena, sin que tuviera que mandarlo una
vez más al carajo. Estaba a la defensiva, si
en todos esos días que no lo vi y ni pensé en
él, en ese instante quería darle lo peor de mi para que no volviera a pedir hablar conmigo.

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