¿Te acuerdas de cuando nuestras miradas se cruzaron por primera vez?Y de lo que vino después,¿te acuerdas?
Fue hace tanto tiempo, que a veces es demasiado difícil recordar...
¿ Te imaginas que llego a olvidarte? Y si te olvidas...¿Qué imaginas?
A veces olvidar es lo que más miedo da, porque si te pierdes... el resto también lo hace.Algo dentro de nosotras, y de nosotros, se cae.
¿Podrías vivir sin el recuerdo de ese encuentro? Y conoces algo, pero no sabes qué. Y sientes que quiere salir y no puede encontrar la salida, ¿podrías vivir así?
Creo que eso nunca nos pasará pero de por si acaso, lo cuento. Porque... porque quiero que seamos inmortales. Quiero que al mirar al mar, al cielo, en realidad da igual, la puedan encontrar. Lo escribo porque creo que las cosas bonitas deben compartirse, porque a todos nos puede pasar alguna vez, porque no hay nada imposible. Pero sobre todo lo cuento porque...
¿Lo sabes, verdad? Y si no... léelo, por favor Búscalo, como nosotras nos buscamos después de aquella mirada.¿Cómo es posible estar tan cerca y sentirte tan lejos? ¿Como crees que se encuentran las almas perdidas?¿Como crees que te encontré?
Madre era estricta y exigente. Siempre lo quería todo en su lugar, por eso cuando terminó su creación, cuando el agua jugaba con el fuego que iluminaba las hojas, hojas que bailaban junto al viento,decidió crear cuatro entes.
Eran como dioses inferiores surgidos del amor y del miedo a perder lo querido. Surgidos de la esperanza de una nueva vida, una nueva historia, impredecible.
Madre amaba a todos sus hijos. Quería a Mucof, guardián del fuego;adoraba a la brillante Rema, protectora de cualquier forma de vida; tenía un cariño especial a su travieso hijo mayor, Ier, quien se encargaba de vigilarnos a nosotros mientras le cantaba a su fiel corcel, el viento.
¿Dónde esta la vigilante del agua, la tranquila y tímida H?¿La niña de mamá, la que alguna vez jugo de más?¿Dónde esta la que creó el mar?
Madre tenía dos preferidas.
Una era yo, Hadoxina . Madre me quería tanto que decidió alejarme de todos los peligros, y por tanto alejarme de mis hermanos. Así es como acabe encargándome del agua, así fue como acabe sola en el interior de un laberinto azul.
La otra eras tú. Tú tenías tus propias reglas, habías aparecido de la nada, cayendo del cielo cuando Ier te encontró. Madre se enamoró de tu carita de niña buena y de tu risa de loca. Fue por eso por lo que te otorgó el más grande de sus tesoros, el firmamento.Montia, eras poderosa y te tenían miedo. Para la mayoría no eras más que un bicho raro al que debían obedecer. Tu estabas en demasiadas partes y Madre te dio la libertad suficiente como para disfrutar de cada rincón del mundo. Pero aún así había un lugar al que no podías ir bajo ningún concepto...
¿Y si la curiosidad mato al gato, porqué a mi me salvo la vida?
-¿ Dónde está mi hermanita pequeña favorita?-
Ier se acerco volando como tantas otras veces. Y mi tranquilidad desapareció por momentos . Era algo que siempre me ocurría cuando llegaba mi hermano mayor. De repente el corazón me iba a mil, y tenía ganas de gritar, de correr, de saltar, de pellizcarme para comprobar que todo era real.- Alguien se preguntaba que había más allá de los límites de madre y decidí que era buena idea dar un paseo-
- Ier, no hagas tonterías, no quiero meterme en líos-
Durante mucho tiempo creí que cumplir las normas era lo más importante. Durante mucho tiempo me imaginé las terribles circunstancias que podría tener cada uno de mis actos, lo que podría suponer un cambio en mi tranquila vida, y nunca, pero nunca era algo bueno.
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Los colores del mundo
Short StoryEn esta nueva entrega de la colección "Mis relatos", se les presenta una antalogía de cuentos que buscan tratar temas relacionados con el LGTBI+.