Capítulo 6

4 0 0
                                    


• Lo siento
Qué costumbre mía de chocar con niños, Lucrecia enseguida se agacha.
• Estás bien lindo
• Sí señora - hola papi
Empiezo a toser, mi esposa me mira mal.
• Campeón
• Hola papi te extrañe mucho
Me da un fuerte abrazo, sin importar que lucrecia me mire mal le correspondo siento un fuerte sentimiento.
• Adiós
Lo vemos salir corriendo.

• Y eso fue
• Ni idea amor
Me entretengo mirando la nueva joyería de princess.
• Amor
• Si
Lucrecia es de gustos baratos y tiene muy poca joyas.

• Lista
• Si
Le pongo otro accesorio a la cadena que le regale hace unos meses.
• Es hermoso y tiene diamantes
• Lo ví y dije para mí chica exclusiva
Ambos queríamos decirnos te amo pero ninguno se atrevía a decir la verdad.

Llevo horas en juntas con nuevos inversionistas la cabeza me duele quisiera desaparecer
• Amor
• Mmm
Lucrecia a pesar de tener dinero siempre ha trabajado le gusta ser una mujer independiente, lastima que no podramos tener hijos.
• Tu última junta
• Vaya
Desde que mi familia y la familia Meyer descubrió mi amorío con Rosse no habíamos echo negocios.
• Señor Antonio Meyer
• Pense que la junta sería con tu abuelo
Parece que le sigo cayendo mal.
• Siento llegar tarde hijo podrías dejarnos solo y que nadie nos molestes

Tanto mi padre como mi abuelo se tomaron muy enserio sobre la herencia y su primer nieto.
• Tan rápido amor
• La junta es con mi abuelo
Lucrecia prefiere quedarse callada, mi mamá la ama pero los Ferrer la odian según ellos no tienen los pantalones de llevar el apellido.

• Ayuda papá
• Papá te necesitamos
Caminó hasta donde me llevan las voces de lejos puedo distinguir tres sombras dos se muestran los rostros de los niños que he chocado.
• Papá veniste quédate con nosotros
• Si Papi no nos deje

• Amor basta
Me levanto con el corazón acelerado, no solo mi esposa está mirándome si no también mis padres.
• Hijo debes ir al psicólogo
• Tu mamá tiene razón marco el no tener hijos te está afectado
Salgo sin contestar no quiero pelear ni mucho menos que mi esposa se sienta mal.

• Deja éso
Son las tres de la mañana y parece que los nuevos vecinos son madrugadores.
• Todo bien
Miro a la señora algo mayor junto a un perro.
• Lo siento es que este perro del demonio
Solo le sonrió cuando la veo irse y en medio camino tropieza con un juguete.
• Está bien
• Si - descanse

Los momentos vividos con Rosse se repiten en mi cabeza, abro la galería de mi teléfono donde guardo una de nuestras fotografías favoritas.
• Perdóname por ser un cobarde
• Todo bien amor
Suelto un suspiro agotador.
• Si - vamos a descansar

Los Ferrer Meyer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora