Frente al bus que lo llevaría hasta Seúl, se encontraba Jungkook. A sus pies una maleta y una mochila en sus hombros, tratando de descubrir quién era el más preocupado allí, si su mamá o su papá. Por su parte estaba tranquilo, al menos en ese momento que estaba seguro duraría hasta que estuviera cerca de la universidad, tratando de hacer ver aquello como casi nada para que sus padres no se preocuparan por algo que estaba bajo control.
— Recuerda llamarnos siempre antes de dormir, cerrar la puerta del dormirtorio y comer todo a tiempo — habló su mamá, una pelinegra delgada con ojos brillantes que en nada se parecían a los de él. Si debía señalar alguna similitud, entonces diría que no más que el cabello, porque no tenía otra cosa que señalara que era hijo de aquella mujer.
Ella le tocaba la mano cada vez que podía, apretándola como muestra de ánimo y preocupación a la vez, dejando en claro que lo extrañaría aquellos meses.
— Ya me dijiste eso, mamá — recordó, dejando ver una sonrisita que buscaba tranquilizarla.
— Estudia mucho, Jungkook — esta vez habló su padre, viéndolo asentir, aquel que era la referencia de lo que era Jungkook en todo su exterior —. Si logramos que el consultorio esté totalmente estable, lo manejarás tú cuando termines de estudiar, así que tienes que ser de los mejores, eh.
Entonces, Jungkook volvió a sonreír. No era un tema que le molestaba, pues aunque no le encantaban muchas cosas y no tenía idea alguna de su futuro, la medicina era lo que más le agradaba, y si sus padres iban en camino a hacerle una vida más fácil más adelante, él no se molestaría por aquello.
— ¡No lo atosigues más con eso! — reprendió la mujer, mirándole mal a su esposo —. No te desveles, duerme bien y no metas chicas a tu cuarto.
— Es un dormitorio de hombres, mamá — recalcó.
— Le dije que no te diga eso — su papá reprendió con una mirada fugaz a la señora —. No te preocupes por nosotros, vamos a estar bien.
Le apretó el hombro por unos segundos, aquella probablemente la única muestra física de afecto que iba a darle.
— Sí, eso. Termina rápido y vuelve a casa.
— Actúan como que me voy por un año.
— Te vamos a extrañar como si lo fuera — su mamá le apretó la mejilla con una sonrisa enternecida, justo de esa forma en la que sonreiría una mamá para confirmarte silenciosamente lo mucho que te quiere, cálida y bonita.
Después de unos abrazos fuertes, Jungkook se subió al bus, viendo a sus padres irse justo después de que el vehículo se pusiera en marcha.
Se sabía que el motivo de aquel viaje no era única y exclusivamente el miedo a atrasar sus estudios porque, si era realmente sincero, entonces llegaría a la conclusión de que aquello le daba igual. Lo que en realidad le hizo tomar aquella decisión sin pensarlo demasiado era el hecho de que estaría cerca de Taehyung, y aquella era una oportunidad que no debía dejar pasar por nada del mundo.
Se acercaría como si no hubiera ido allí con el propósito de hacerlo, trataría de mantener una conversación con él y si podía, aprovecharía para demostrar lo arrepentido que estaba.
El pensamiento de si aquello era demasiado le llegó de inmediato, haciéndole plantearse nuevamente sus ideas y sentirse inseguro al respecto, porque una cosa era querer estar cerca, otra actuar como un acosador. Tenía razones suficientes para estar allí y no había forma de que sus actos pasaran a ser tomados de mala manera, o al menos eso esperaba.
En gran parte del viaje sus pies no dejaron de moverse con un nerviosismo que no le era demasiado familiar, pero que claramente conocía el origen. Estaba deseoso de terminar de una vez por todas con aquella lejanía que la situación le había impuesto y finalmente ser aquella persona que Taehyung quería con él.
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HARD TO GET ◆ [VKook]
FanfictionJungkook se hace el difícil, sin embargo, no quiere que Taehyung se enamore de alguien más. Los gráficos de esta historia fueron hechos por @kooromi_