Mi Pequeña Mariposa ~Giyushino~

CAP 7: SHINOBU... NO ME DESAGRADAS

Narrado por Shinobu

Corría lo más rápido posible, me ardían las mejillas, nunca imagine que dicha misión estaba mas lejos de lo esperado...

Y por si fuera poco, empezaba a nevar, genial

Mantenía mi respiración, era lo único que me mantenía en pie, el cuervo de Tomioka me guiaba hasta que se empezó a adentrar en lo profundo de un bosque que estaba ya lleno de nieve, aun así seguía corriendo, no pararía hasta encontrar a esa personas de los ojos azules perdidos.

Ya había pasado tiempo, la nieve que caía con furia no ayudaba, hasta que por fin lo vi, era Tomioka, ya había acabado con uno, pero faltaba el ultimo que lo estaba atacando ferozmente, Tomioka aun estaba en pie, pero brotaba de su espalda sangre, la nieve que caía no me dejaba ver bien la herida.

—Es tu fin— advirtió el demonio teniendo a Tomioka en el suelo cubierto por nieve, había perdido mucha sangre y el frio no ayudaba.

No, Tomioka.

Me enfrente el demonio tomando mi katana, le inocule veneno, pero parecía que el demonio era mas resistente, y estaba dispuesto a acabar con Tomioka por lo cual no me presto atención, si no hacia algo rápido lo mataría por lo cual no tuve mas remedio, intentaría cortarle la cabeza con la katana que me había dado Tomioka en la mañana, era la única forma al menos lo intentaría, no dejaría que muera como mi adorada hermana Kanae.

En un lapso muy pequeño de tiempo y con mucha fuerza logre cortar la cabeza del demonio, no se si fue la adrenalina, la furia, o simplemente no quería que aquel chico que me había sacado de las casillas muriera.

—Tomioka, responde, por favor Tomioka, perdón, perdón

Lagrimas caían de mis ojos, no quería que Tomioka muriera, me hiso acordar la vez en la que había llegado muy tarde para salvar a Kanae.

Como pude cargue a Tomioka, no sabía si podría encontrar una cabaña por aquí al menos.

Estuve por rendirme hasta que encontré un lugar, bueno no era como esperarse, estaba algo destruido, estaba segura que había sido obra de algún demonio, de todos monos entre como pude arrastrando a Tomioka conmigo.

No demore mucho, empecé a quitarle su haori para tratar sus heridas, la de la espalda era la peor, estaba perdiendo mucha sangre que con un poco de suerte el frio ayudaba un poco, lo recosté sobre mis piernas boca abajo y rompí una parte de mi haori, siempre traía algunos desinfectantes y algo de medicamentos.

Después de parar el sangrado trate de recolectar madera para hacer una hoguera, el cuerpo de Tomioka tenia que entrar en calor para recuperarse. Después de algunas horas cesó la nieve y el lugar iba adquiriendo calor, Tomioka iba reaccionando de apoco, aún estaba muy débil.

—Tomioka, me puedes escuchar

—Shinobu, ¿porque estás aquí?

Era la primera vez que pronunciaba mi nombre, me sorprendí un poco, pero aleje esos pensamientos de mi mente, lo importante era que estaba estable.

—crees que pue...

—Shinobu, puedo recostarme en tus piernas— me interrumpió

Asentí ligeramente, le ayude y después de tomarse el medicamento se durmió profundamente.

Sudaba un poco asi que saque un pañuelo y se lo pase ligeramente por la frente

—perdón, te desperté Tomioka-san

—Shinobu

—si— respondí

—no me desagradas

—pero que dices, siempre has mostrado que no te agrado, ni siquiera me respondías— le interrumpo

—ohh, enserio, perdón Shinobu, no lo volveré hacer.

Por que dice eso, hace que...por que siento esto, mis mejillas ardían intensamente, acaricie un poco el cabello de Tomioka, el medicamento estaba haciendo algo de efecto hasta que sentí como alguien gritaba.

—hey, están aquí, si, la señorita Shinobu y el pilar del agua.

Los Kakushi habían venido por nosotros

—Señorita se encuentra bien— pregunto uno

—si, hagan algo de silencio y llévenlo con cuidado— indique

—Si señorita, usted puede caminar— pregunto

—si

Veía como barios kakuchi venían y me arrebataron a Tomioka, me puse de pie y camine como pude y en uno de esos instantes me desmaye en medio de aquella nieve...