escandaloso ୨୧ jikook

Capítulo O4

JungKook POV

─Un helado americano para JungKook y una cerveza fría con crema irlandesa para Yoongi.

No reconocí al estudiante de primer año que Yoongi había solicitado para tomar nuestras bebidas de la cafetería de Northwestern University mientras estábamos descansando en un lugar cercano, pero le di una rápida sonrisa y le agradecí antes de que se fuera corriendo.

Yoongi se estiró en el sofá, sintiéndose como en casa entre clases, luego buscó en su bolso, sacó una petaca plateada y añadió un poco de lo que había dentro a su café. Cuando levanté una ceja, él se encogió de hombros. ─¿Qué? No se puede tomar un café irlandés sin whisky.

Sacudí la cabeza y clavé la pajita en la tapa de mi propia bebida, sin necesidad de pincharla.

─¿Quién era ese?

─¿Importa?─ Tomó un largo trago de su cerveza fría manipulada antes de revisar su teléfono. ─Lo juro, esta escuela es muy aburrida. Incluso las páginas de chismes son aburridas. No pasó nada durante el fin de semana.

─¿Realmente estás perdiendo el tiempo viendo publicaciones de lo que sucede en Northwestern?─ No me molesté en mirarlo mientras escribía algunas notas más de mi última clase.

─La gran historia de hoy, ¿estás listo? Cho Chewon niega los rumores de cirugía plástica, insiste en que la cirugía de nariz obvia es una pérdida de peso relacionada con el estrés' ¿Estás bromeando? ¿Esto es noticia? Dios, tenemos que joderla.

Poniendo los ojos en blanco, Yoongi dejó caer su teléfono en su regazo mientras yo reprimí una sonrisa. ─¿Por qué siento que el titular de mañana tendrá algo que ver contigo?

─Porque me conoces. ¿Te interesa?

─¿Pensé que estábamos escondidos después de la venganza a Jeno?

─Lo estábamos, pero han pasado semanas─. Volvió a levantar su teléfono y comenzó a escribir─. ¿Y ahora dónde diablos está este...?

Mientras Yoongi comenzaba a idear cualquier plan loco que tuviera para obtener más atención (no es que lo necesitáramos), trone mi cuello de un lado a otro y tomé mi bebida, solo para casi dejarla caer cuando vi al hombre parado junto a la barra de café. través de la habitación.

Como siempre ocurría cuando lo veía, los latidos de mi corazón se volvieron locos, acelerándose y saltando al mismo tiempo. El sudor me brotó de la nuca y tuve que agarrar con más fuerza el café para que no salpicara el maldito suelo. Mis ojos se fijaron en Park JiMin y me negué a dejarlo ir.

¿Por qué tenía que lucir tan bien? El traje negro a rayas que llevaba, perfectamente adaptado a su esbelta y musculosa figura, estaba completamente fuera de lugar en Northwestern, pero era perfecto para su trabajo. Lo que me hizo preguntarme qué estaba haciendo aquí a mitad del día. No podía tener nada que ver con Yejin (la acababa de ver antes de que comenzara su última clase) y él no parecía molesto ni asustado por nada.

No, le estaba dando una sonrisa encantadora al barista mientras tomaba su café, luego tomó un sorbo y deslizó un billete en el frasco de propinas sobre el mostrador.

Cuando se dio la vuelta, nuestras miradas se cruzaron en la habitación y se detuvo. Sus dedos apretaron la taza en su mano mientras una sonrisa tiraba de la comisura de mis labios. Cualquier shock que había sentido hace unos segundos se desvaneció cuando mi polla se levantó como si quisiera saludar también.

Frunció el ceño y miró su bebida, y cuando volvió a mirarme había resolución en su mirada. Había comenzado a avanzar, como si fuera a acercarse, cuando una mano golpeó su hombro. El profesor Choi Minho, o simplemente Choi, como todos lo llamábamos, era un hombre alto, moreno e imponente que parecía tenerlo con todos nosotros, pero en ese momento no parecía nada hostil cuando saludó al objeto de mi atención.