Mi Perdición

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Violet

Hoy es un día muy especial para mi, porque me caso con el amor de mi vida, me están ayudando a maquillar, mi futuro esposo contrató personal que va a ayudarme a arreglarme para este gran día. Me están haciendo un maquillaje natural y mis labios están pintados de un rojo no tan cargado, mi vestido es de encaje con mangas y una gran cola que arrastra por detrás, tiene un escote en forma de corazón y pedrería brillante se esparce por todo el vestido, mi cabello azabache está rizado y dos trenzas lo adornan formando un corazón. Mis ojos son adornados con unas sombras color dorado y un delineado color negro, llevo puesto un collar plateado que resalta mi cuello y mis zapatillas son blancas y tienen un tacón bajo con un pequeño moño blanco en la parte delantera. Cuando estoy lista solo me queda esperar un poco para que de la hora en que tengo que caminar al altar, estoy tan nerviosa y feliz por casarme con el hombre a quien amo, sé que este día dará comienzo a algo nuevo en mi vida y me emociona la idea. Cuando son las 4:10pm salgo del cuarto en el que me maquillé y vestí para caminar hacia la camioneta que me espera afuera de la casa, me subo y el chófer empieza a conducir a la iglesia, en el camino voy pensando en la vida que me espera, a lado del hombre que amo, con quien quiero estar el resto de mis días, después de 15 minutos llego al lugar y espero hasta que den las 4:30pm para poder entrar a la iglesia. Al dar la hora doy un respiro profundo y me adentro a la iglesia, todos están de pie y al notar mi presencia me voltean a ver, todo es perfecto, mi vestido, mi maquillaje, el día, la música, la iglesia y el hombre que me espera en el altar. A medida que me acerco lo veo esperarme con una sonrisa en sus labios y no puedo evitar sonreír al verlo ahí, está tan guapo como siempre, su cabello azabache perfectamente peinado y su traje negro sin ninguna arruga. Sus ojos grises brillan al verme y al estar frente a él no dejo de sonreír.

Mientras tanto en algún lugar:
Persona desconocida

Hoy es la boda de un viejo amigo, quien diría que se casaría algún día.
-¿Ya tienes toda la información de la americana?-le pregunto a uno de mis empleados.
-Todo listo jefe, en cualquier momento puede proceder con su plan-
-Excelente, te puedes retirar-me siento en el sofá que esta a lado de mi mientras mi empleado se va.
Todo tiene que salir como lo tengo planeado. Mi querido amigo me debe muchas y se las voy a cobrar, antes no podía encontrarle ningún punto débil, pero ya lo tiene y lo voy a atacar con lo que más le duele. La americana.

Violet

El cura comienza a hablar y todo queda en silencio. Llega el momento más esperado en el que el cura pregunta si aceptamos estar a lado del otro en las buenas y en las malas y los dos decimos que si.
Quien diría que todo comenzaría con un sí. Esta boda daría comienzo a muchas cosas y no precisamente buenas. El hombre con el que me casé sería mi perdición. Ese hombre frío y poderoso.

Damon Lombardi.