Hay un chico en mi cama | Jikook

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"Te veré en la escuela mañana, entonces, ¿sí?" le digo alegremente a Jimin, que se encuentra con un frío silencio mientras sus ojos permanecen pegados a los limpiaparabrisas que se mueven; la alegría de la magia de la lluvia ha desaparecido; se ha esfumado. Él murmura a su vez, con un vacío en su respuesta. Le doy un suave beso en la mejilla y salgo lentamente del coche, adentrándome en la lluvia.

Cuando cierro la puerta, el coche se aleja a toda velocidad; los brillantes intermitentes traseros se desvanecen entre las gotas de lluvia, el rugido del motor se apaga lentamente y mis ojos lo siguen hasta que no pueden hacerlo.

¿He hecho algo mal?

"¡Heyyyyy! ¡El hombre ha vuelto! ¿Quién te llevó a casa anoche, eh?" me grita Yugyeom cuando entro por la puerta; la casa está inmaculada, en perfecto estado, gracias a Dios. Su sonrisa resplandece mientras mira por encima del sofá, sus ojos vibrantes me empiezan a mirar de arriba abajo. "¿Quién es la afortunada?"

"Nadie. Sólo me quedé en casa de un amigo".

"¿Y esa amiga te ha hecho un chupón gordo?" Se ríe mientras la sangre se escurre lentamente de mi cara. Me doy la vuelta, con los ojos desorbitados en el espejo: una mancha morada y amarronada en el ombligo de mi clavícula. La risa de Yugyeom me sigue mientras subo corriendo las escaleras, intentando dejar la vergüenza del tormento de mi hermano en el salón.

Mi espalda se desliza lentamente por la puerta de mi habitación, exhalando mientras me acomodo por fin en mi cuarto y me descompongo; mi mente rememora la montaña rusa del fin de semana.

Jimin me besó. Me eligió a mí antes que a Annabelle y me abrazó bajo la Iluvia. Me besó. Si el mundo se acabara ahora mismo... estaría perfectamente despreciado.

Por una vez, estoy algo emocionado por ir a la escuela mañana.

[🌟]

Gimoteo internamente mientras navego entre el mar de gente, y exhalo cuando por fin llego a mi taquilla. Un par de manos fuertes se aferran a mi espalda mientras saco mis libros de ciencias, estimulando mis latidos al darme la vuelta -un chillido fuerte y audible me sigue. La sonrisa de Suhno resplandece mientras se agacha y se agarra el estómago; su risa irradia por el pasillo.

"Hermanoooo, no te he visto en mucho tiempo. Sobre todo desde que no vienes a la escuela jajaja". Anuncia con entusiasmo mientras se inclina, encontrando mi apretón de manos con su chocar de puños - clásico y sin cambios; el mismo que la primera vez que lo conocí.

"Sí. Ha pasado un tiempo. Pero he vuelto". Me pasa el brazo por el hombro y me acompaña a la clase mientras ambos nos preparamos para el aburrimiento de la clase de Ciencias: la multitud se separa para nosotros. Una pequeña charla entretiene nuestros labios mientras nos sentamos durante una hora de teoría atómica; sus mejillas se sonrojan cuando habla del fin de semana con su novia.

"¿Y tú? ¿Te has fijado en alguien?" Me da un empujón en el brazo, burlándose de la conversación; se agacha cuando la profesora nos dirige su mirada punzante.

"Sólo esta persona. Estuvimos juntos el fin de semana... y... pasaron cosas..." Jadea y se revuelve vertiginosamente en su silla mientras yo continúo. "Pero, lo llamé anoche y no contestó... y no respondieron a mis mensajes, así que no sé qué está pasando". El tono se atenúa cuando confieso mi ansiedad. Una noche que estamos desfilando por la ciudad, viendo películas y pasando el rato en el parque, y ahora... ni siquiera me contesta un mensaje.

"Odio ser una Debbie Downer hermano perottttt... te la jugaron. Parece que sólo estás para mantener la cama caliente por la noche". Se ríe a carcajadas, llamando la atención del profesor - obligando a que nuestra conversación se calme. Su chisme continúa, cayendo muerto a mis oídos mientras siento pequeños segmentos de mi corazón astillándose.